viernes, 11 de noviembre de 2011

LA DIPLOMACIA NAVAL: EL CASO DE LOS LINIENSCHIFF SMS "SCHLESWIG-HOLSTEIN" Y DEL SMS “SCHLESIEN” Y SU RELACIÓN CON VENEZUELA: 1936-1939


31 de octubre de 2011.

Publicado en la Revista de la Mar, Academia Americana de Historia Naval Marítima y Oceánica de Chile:  http://boletinhistoricoshgchile.com/Boletin/Boletin20/Bol20BlancoRM.pdf 

La diplomacia naval es una de las funciones militares de cualquier Armada entendida como instrumento del Estado. Se caracteriza porque puede implicar el empleo limitado de la fuerza hasta el desarrollo de misiones de buena voluntad como medio para acercar o alejar países y establecer otro tipo de relaciones (Blanco, 2004, 104-107). Existe una variada tipología de acciones diplomáticas. Tanto como lo es la diplomacia en sí misma, no obstante, resulta la más interesante, la que ha sido denominada como la diplomacia naval expresiva debido a que en tanto que expresión, esta se sujeta al lenguaje. Como lenguaje, la diplomacia naval expresiva se ajusta a la famosa conceptualización wittgensteniana de “juegos de lenguaje” lo cual significa que éste sólo podría ser entendido por aquellos que forman parte de la comunicación y consecuentemente está sujeto a cualquier tipo de interpretación por aquellos que son observadores frente a esa comunicación. 

Como categoría, la diplomacia naval expresiva puede ser una manifestación de interés, intención, finta, pivote en relación con otros intereses que afectan a terceros y muchas otras cosas más. Estas manifestaciones podrían ser subdivididas a su vez en una infinidad de propósitos, sin embargo, a pesar de que la diplomacia naval expresiva que se manifestó en Venezuela y sus aguas jurisdiccionales entre los años 1933 y 1939 implicó la presencia de muchos países, en especial, EE.UU., Reino Unido, Francia, Argentina, Brasil, Cuba, Chile y otros países en menor grado (Pérez Lecuna, 2000), nuestro foco de atención se va a centrar en las actividades realizadas por la Kriegsmarine y en especial por los SMS Schleswig-Holstein y Schlesien. Para tal fin se va a intentar: 1.-) relatar unos antecedentes, 2.-) hacer una exposición de las actividades realizadas por la Marina de Guerra alemana en el mar Caribe y América del sur en el periodo mencionado, 3.-) realizar un análisis de esas actividades y sus consecuencias estratégicas, 4.-) hacer una evaluación de la diplomacia naval y su importancia político-estratégica a la luz de la experiencia alemana en el mar Caribe y 5.-) realizar una reseña final sobre el destino de los protagonistas. 

1.   Cruceros de buques de guerra alemanes hasta el año 1936.

Después del bloqueo germano-británico-italiano entre los años 1902-1903 y luego de las demostraciones de fuerzas realizadas por la marina del Reino de los Países Bajos en el año 1908, hubo presencia de la kaiserlichen marine frente a nuestras costas en el año 1914, luego del estallido de la Primera Guerra Mundial. Esta presencia se materializó en ese entonces gracias al pasaje que hizo el kleiner kreuzer SMS “Karlsruhe” después de evadir a la fuerza naval británica del CA C. Cradock[2] que estaba en su persecución luego de haberse encontrado con el buque alemán Kronprinz Wilhem[3], al norte de las islas Bahamas.

Después de evadir a los buques británicos, el crucero alemán se dirigió a San Juan de Puerto Rico (ver mapa en la presente pagina) y posteriormente a Willemstad en Curazao donde pudo reabastecerse de combustible (Lehmann, 2005). Luego, al amparo de la costa venezolana, a la sazón un país neutral, se dirigió a un punto de encuentro ubicado en unas islas denominadas en código “Maraca”, con el mercante Patagonia, a el fin de reabastecerse nuevamente para emprender la guerra corsaria contra el tráfico mercante de la Entente en el Atlántico Meridional (Hunning y Schwarte, 2011)[4]. Después de tres meses de una productiva actividad destructiva, una explosión hizo que se hundiera a 300 MN al este de Trinidad[5].

Posteriormente, en la década de los años treinta del siglo pasado, el SMS “Karlsruhe” (III) comenzaría de nuevo a mostrar la bandera alemana en el continente americano usando la figura de cruceros de instrucción. Este buque realizó entre 1933 y 1936 tres cruceros donde tocó puertos americanos siendo el buque de la Reichsmarine que realizaría más visitas diplomáticas de representación. El más importante de estos cruceros fue el segundo realizado entre los años 1934 y 1935, donde se destaca lo siguiente: 1.-) la importancia de los puertos españoles en  la primera etapa del viaje, el uso de Puerto España (Trinidad) como escala inicial y la extensa visita a ciudades chilenas y 2.-) durante ese crucero el SMS “Karlsruhe” no visitó ni Argentina ni Venezuela. En ese entonces el buque estaría comandado por el KzS G. Lütjens y entre sus tripulantes estuvo Barón B. von Müllenhein-Rechberg[6]. El crucero seguido por este buque se muestra a continuación:

Luego de ese crucero, el buque alemán le daría la vuelta al mundo, sería sometido a reparaciones en San Diego-EE.UU., cruzaría el Canal de panamá y haría una visita a St. Thomas en las islas Vírgenes antes de emprender su regreso a Europa[7]. En el año 1937 sería destinado para cumplir las resoluciones de la Sociedad de las Naciones en relación con España, que había entrado en guerra civil siendo reemplazado por los navíos de línea SMS “Schlesien” y SMS “Schleswig-Holstein”. Posteriormente el DKM “Karlsruhe”, sería conducido a un proceso de modernizaciones que finalizaría a fines del año 1939. Sería hundido en el año 1940 durante la campaña de Noruega.

2.   Los cruceros de instrucción de buques de la Kriegsmarine en el Caribe y América del Sur entre los años 1936-1939.

La Kriegsmarine alemana realizó varios cruceros por el continente americano entre los años 1936 y 1939, por intermedio de los modernizados buques SMS "Schleswig-Holstein" y SMS “Schlesien”. La importancia de la visita de estos buques, a diferencia de las acciones llevadas a cabo por el cañonero “Panther” a principios del siglo XX, estuvo determinada por la política de acercamiento emprendida por el nuevo gobierno alemán dentro de un contexto de capitalizar los esfuerzos que estaban realizando la mayoría de los países iberoamericanos de buscar un mecanismo que frenera la política exterior estadounidense enmarcada en lo que se denominó el New Deal[8] y a su vez mantuviera frenadas a las potencias europeas[9]. Como se mostrará sucesivamente, el foco de atención de estos buques fueron: Argentina, Chile, Venezuela y Trinidad. Si bien estas visitas no pudieron contextualizarse dentro de un marco de reciprocidad, la Alemania de ese entonces se procuró mecanismos alternativos para mostrar por otras vías su interés en el acercamiento. Gracias a ello es posible entender, por ejemplo, la misión de observación realizada por la Alemania nazi de la anexión de los sudetes en la antigua Checoslovaquia por un oficial del ejército venezolano, según Pérez Lecuna (2000:230).

La presunción de existencia de un potencial adversario común hizo que las actividades emprendidas por estos dos buques no se limitaran sólo a la representación, sino que se dedicaron a la tarea de recabar la mayor cantidad de información posible para ser usada contra sus futuros enemigos unos años después usando al efecto las simpatías locales. Estas actividades, específicamente de inteligencia, fueron realizadas en conjunto a las efectuadas por los buques que formaban parte de las líneas marítimas comerciales germánicas que operaban habitualmente en la región (Blanco, 2010:71)[10]. Estas acciones presumiblemente formaban parte, de manera colateral, del plan de desarrollo naval (Plan Z) que Alemania puso en práctica a partir del año 1936 para estar en condiciones de llevar a cabo una guerra exitosa contra sus antiguos rivales en el año 1946. Este plan de desarrollo no se llegaría a concluir por el prematuro estallido de la guerra en el año 1939.

Si bien se reconoce que el arquitecto de estas actividades fue el Almirante W. Canaris, jefe del servicio de Inteligencia alemán, dado el conocimiento que adquirió de Suramérica al principio de la Primera Guerra Mundial, es conveniente destacar también la estrecha relación que hubo entre este oficial y un compañero del arma submarina como lo fue K. Dönitz en las postrimerías de esa guerra.

La designación de W. Canaris como jefe del servicio de inteligencia alemán fue casi simultánea con el nombramiento de Dönitz como jefe de la nueva arma submarina alemana y de Lütjens como jefe de personal. La relación entre estos dos primeros oficiales de los nombrados debió haber tenido entre otros propósitos el de aumentar la efectividad del arma submarina luego de las experiencias obtenidas en la pasada Guerra Mundial. De igual forma, también se observa que dentro del espíritu de la Kriegsmarine de ese entonces había una intención de prepararse para una nueva guerra de escala global. En este sentido, no es una coincidencia que el propio Canaris haya sido Comandante del SMS Schlesien[11], ni la política de acercamiento de Alemania con los países iberoamericanos, ni el hecho que la mayoría de los alumnos que se beneficiarían de los cruceros de instrucción se familiarizarían con su futura área de operaciones.

Sobre el SMS Schlesien[12], los escritores argentinos Salinas-De Napoli (2002) y Basti (2007 y 2009) nos han contado sus peripecias en el cono sur, pero cuando se contrasta esa información con las fuentes alemanas disponibles en internet se observa un vacío de información que abarca gran parte del espacio de tiempo que comprende esos cuatro años. Por su parte, Basti ha afirmado que este buque pasó el verano austral 1937-1938 en esa región (2009:118-119). K. Lorenzen, de forma escueta nos informa que este buque realizó un crucero que incluyó a varios países ubicados en el mar Caribe en el año 1936[13]. Los datos de este crucero pueden ser observados en la imagen siguiente:

 Como se puede observar, el SMS Schlesien realizó al menos tres viajes de instrucción a Suramérica entre los años 1936 y 1939. Del viaje reseñado por Lorenzen se destaca lo siguiente:

·         Su paso por Natal en Brasil.
·         Su paso por las desembocaduras de los ríos Orinoco y Amazonas.
·         Su estadía en Puerto España-Trinidad.
·         Su estadía en Willenstad-Curazao.
·         Su estadía en Puerto Príncipe, es decir, el cruce del paso de los Vientos.
·         Su navegación a lo largo de la costa este de EE.UU. hasta Halifax en Canadá.

Un detalle que llama la atención del crucero efectuado por el SMS “Schlesien” en el año 1936, es que este siguió de manera inversa el derrotero navegado por el SMS “Karlsruhe” en el Atlántico meridional y el mar Caribe durante el año 1914.

Ahora bien, del viaje al cono sur sabemos por Basti y por la red internet[14] que el buque alemán estuvo en Mar de Plata, Comodoro Rivadavia, cruzó el estrecho de Magallanes y retorno a su país usando para ello el canal de Panamá. Este fue el último buque de la Alemania Nazi, que cruzaría ese paso interoceánico. De acuerdo con otras fuentes obtenidas en internet, este buque tocó la República Dominicana en el año 1938 (Lorenzen, 2010). Según Basti, el viaje al cono sur “fue aprovechado para terminar de pulir, en secreto, los últimos detalles en las futuras bases de aprovisionamiento que se estaban estructurando en la Patagonia”. Ello significó la prueba de equipos de comunicaciones, verificación de códigos secretos, distribución de dinero y transmisión de instrucciones relativas al apoyo de U-Boot´s y otras naves de guerra y de apoyo (2009:119-120).

Si seguimos los hallazgos logrados por Basti y lo aplicamos a la ruta seguida por el SMS Schlesien en el mapa del crucero seguido por este buque nos encontramos que su propósito no sólo estuvo dado por la necesidad de finiquitar detalles logístico-operacionales, sino también para reconocer blancos tanto en las áreas críticas de Trinidad, Curazao y el paso de los Vientos, así como también la consideración de probables refugios en áreas inhóspitas como el delta del Orinoco y del Amazonas.

En relación con Trinidad, esta si bien estaría bajo un firme dominio británico a partir del año 1941 se le agregaría la presencia estadounidense gracias al acuerdo de intercambio de bases navales por armamento. El caso de las Antillas Holandesas reviste particular interés debido a que si bien por efectos de la agresión alemana en el año 1940, la corona neerlandesa se inclinaría al bando aliado, importantes miembros de la realeza así como de la sociedad de ese país se inclinarían al bando alemán con las consecuencias operacionales que ese hecho trajo consigo (Basti, 2007 y 2009).

El último viaje que realizó el SMS “Schlesien” al continente americano fue en el periodo NOV1938-MAR1939. Este hecho se confirma gracias a la colaboración prestada por el Contralmirante G. Sosa Larrazábal[15] y al hallazgo logrado por R. Rivero-Blanco. Gracias a Sosa, se ha podido constatar la presencia del crucero alemán en Venezuela y otros países de la cuenca del Caribe confirmando así la afirmación realizada por Pérez Lecuna unos años atrás (2000). De igual forma, gracias a Rivero-Blanco, se ha podido conocer de la querella diplomática que presentó Venezuela ante Alemania por unas prácticas de tiro que realizó el SMS “Schlesien” en el Golfo de Paria. Teniendo presente que habitualmente la Armada venezolana realizaba, hasta fecha reciente, prácticas de tiro en mar abierto luego de cerciorarse de la inexistencia de buques en el área, llama la atención que un buque de guerra europeo realizase prácticas de tiro dentro del golfo de Paria a no ser que estuviese evaluando el estado del sistema de alerta, no sólo de Venezuela, sino de los países cuyas banderas surcaban en ese entonces esas aguas. La importancia que reviste este incidente radica en que, en ese momento nuestro país estaba intentando recuperar isla de Patos, territorio insular que estaba ocupado, en ese entonces, por el Reino Unido[16]. Le quedará a Rivero-Blanco desentrañar todo lo relativo a ese incidente. A continuación se muestra la autorización emitida al buque alemán por las autoridades de ese país:
Como se puede observar, en el crucero no se indica qué puertos serían visitados sobre todo en lo concerniente a lugar “westindien”, “Venezuela” y “Colombia”. Sobre las indias occidentales (“westindien”) fue rutina de los navíos alemanes hacer reconocimiento de los pasos marítimos que comunican la cuenca del Caribe con otros espacios. En su viaje de retorno, el navío alemán visitó la República Dominicana. En relación con Colombia, la visita no sólo pudo haber estado relacionada con la presencia de intereses comerciales alemanes en ese país en ese periodo, en especial los relacionados con las líneas aéreas, también por la existencia de asesores navales británicos que estaban ayudando a modernizar la marina de guerra colombiana luego de la exitosa guerra del cuadrilátero de Leticia (Leonard y Bratzel, 2007:116)[17]. Con respecto a Venezuela, el SMS “Schlesien” cerraría un ciclo de visitas que se enmarcarían en las buenas relaciones que hasta ese momento mantenía el país con los países que formaban parte del pacto anti-Komintern en Europa. Es de recordar que en el año 1939 tanto la marina de guerra como la aviación militar venezolana estaban siendo modernizadas gracias a la asistencia italiana[18] y desde el año 1933, los intereses alemanes que abarcaban, en lo comercial, la minería, la agricultura y las vías férreas buscaban extenderse, en lo económico, a la extracción de petróleo para contener la expansión estadounidense, en lo cultural usando como instrumento el Instituto Iberoamericano de Berlín para inocular en el país las ideas nacionalsocialistas[19], y en lo militar, para tratar de ampliar la misión militar alemana dada la particular formación que habían recibido los militares venezolanos desde el establecimiento de la misión militar chilena en la segunda década del siglo XX (Ibíd.:120) y de la misión de la guardia civil española a partir del año 1936.

Ahora bien, la naturaleza misma del crucero de instrucción llama la atención debido a que correspondieron en el continente a tres países que tenían algún tipo de problema en común de naturaleza marítimo-territorial. Con respecto a Trinidad, es decir, el Reino Unido estaba pendiente, como ya se señaló, la disputa por la recuperación venezolana de la isla de Patos. En relación a Colombia, Venezuela estaba empeñada en alcanzar una paridad al menos en el aspecto naval en vista de los problemas derivados del Laudo de Madrid de finales del siglo XIX y de la asistencia naval inglesa. En Venezuela la visita estuvo circunscrita a Cumaná[20] y refleja no sólo un interés alemán en fortalecer las buenas y crecientes relaciones con nuestro país en el ámbito político-militar a pesar del incidente representado por la inusual práctica de artillería en el golfo de Paria, también, como se explicará más adelante, se indicará la naturaleza del reconocimiento militar de nuestras costas con miras a determinar la naturaleza de la actividad marítimo-comercial y petrolera de estadounidenses, neerlandeses y británicos.     

Sobre el SMS "Schleswig-Holstein"[21], se tiene que este buque entre los años 1933 y 1939 también ejecutó cruceros por la América Meridional y la figura con que hizo estos viajes fue también la de crucero de instrucción de cadetes de la escuela naval germana. Por ahora, sólo se tienen datos de los cruceros realizados entre los años 1936-1937 y 1938-1939.

Con respecto al viaje realizado entre los años 1936 y 1937[22], el SMS Schleswig-Holstein siguió más o menos en sentido inverso el crucero de guerra realizado por el SMS “Karlsruhe”. El crucero se inició el 12OCT1936, o sea, exactamente dos meses después que su gemelo el SMS “Schlesien” cuyo viaje fue reseñado precedentemente. En el  grafico que se muestra a continuación se observa el itinerario seguido:

Sobre las rutas seguidas por el SMS “Schlesien” y el SMS “Schleswig-Holstein”[23] se desprende lo siguiente:

·         En Brasil los buques no repitieron ningún puerto, pero la secuencia de arribos y zarpe fue sucesiva con respecto al país suramericano y Alemania.
·         Frente al delta del Orinoco se separan las rutas: una sigue a Puerto España (SMS “Schlesien”), la otra sigue hacia Bridgetown (SMS “Schleswig-Holstein). Dos maneras diferentes de rendir honores al SMS “Karlsruhe”[24].
·         En su entrada al mar Caribe, se unen aproximadamente las rutas: una sigue hacia Curazao por toda la costa venezolana (SMS “Schlesien”) y la otra a Puerto Cabello  pero siguiendo un derrotero que cruzó las aguas de los Testigos, La Blanquilla-los Hermanos y la isla de Margarita (SMS “Schleswig-Holstein”), o sea, los dos buques surcaron las mismas aguas venezolanas y llegaron a los principales puertos del área.
·         Los dos buques salieron del mar Caribe por pasos diferentes: SMS “Schlesien” por el paso de los Vientos y el SMS “Schleswig-Holstein” por el paso de la Mona. Esta aparente diferencia se disuelve si se considera que las rutas seguidas por los dos buques se cortan en un punto al sur que facilita la triangulación de los dos pasos. Ello pudiera indicar una coincidencia o la disposición de un sistema de cartografiado y codificación diferente cuyo propósito pudiera haber sido marcar puntos para el posicionamiento de embarcaciones.
·         El otro punto de coincidencia estuvo representados por los territorios insulares ubicados al norte de Cuba.
·         La ruta inicial seguida por esos buques consideró inicialmente a las islas portuguesas de las Azores debido a que en esa época había estallado la guerra civil en España y el país estuvo sometido a una vigilancia naval  internacional auspiciada por la Sociedad de las Naciones[25].

La importancia de las rutas seguidas por los dos cruceros realizados casi simultáneamente por los linienschiff alemanes pudo haber estado relacionada con los siguientes hechos: la incapacidad de la Sociedad de las Naciones para manejar las crisis desatadas por la guerra de Abisinia, la ocupación japonesa de Manchukuo, el rearme y la re-ocupación alemana de la Renania y la creciente intervención extranjera en la guerra civil española que estuvo aparejada con el apoyo tácito que brindó casi toda Iberoamérica a la causa de los sublevados[26]. En este sentido, las visitas alemanas se enmarcaron dentro de un contexto de buena voluntad gracias a las afinidades políticas que encontraron en España un punto en común frente a las alianzas representadas por las izquierdas europeas y mexicanas.

Del viaje realizado por el SMS “Schleswig-Holstein” entre el invierno de 1938-1939, se evidencia, además del reconocimiento de nuestras costas, un marcado interés en reconocer el paso de los Vientos, el paso de la Mona y Puerto España puesto que en ese mismo periodo esos lugares habían sido visitados también por el SMS Schlesien. Los otros lugares dignos de ser mencionados son: Vigo, Madeira y Azores, La Guaira y Santiago de Cuba.

El caso de Vigo es especial, debido a que España aún se encontraba en guerra civil, aunque el lugar visitado ya estaba firmemente bajo control nacionalista[27]. Este puerto español llegaría a ser usado durante la guerra como un punto de reabastecimiento clandestino de U-Boots para extender su tiempo en el área de operaciones del océano Atlántico. Sobre las visitas a las islas portuguesas, se tiene que esa fue también ruta obligada del SMS Schlesien, lo cual parece indicar que los marinos alemanes evaluaron el papel de los archipiélagos lusitanos y su potencial rol de protector de las rutas marítimas británicas y estadounidenses.

Sobre la visita a Santiago de Cuba, se podría afirmar que fue un modo de cruzar el paso de los Vientos siguiendo otro derrotero que lo conduciría también a Puerto Príncipe.

En relación con la visita a la Guaira, es importante destacar la receptividad con que la comunidad alemana y lugareña atendieron a los visitantes europeos. Quizás una repetición en menor escala de lo que sucedería en Argentina y Chile. Las elocuentes imágenes que nos han mostrado Aristigueta (1981) y L. Farage y C. Hernández (2011) reflejan no sólo las simpatías que sentía un sector de la población por las ideas nacionalsocialista, indica, y es la intención de los autores, el papel que desempeñaron las actividades de inteligencia alemana, británica y estadounidense en el país en ese período[28]. Todo ello focalizado aparentemente en un tema: el petróleo.

Pero, el petróleo no fue el único tema que acercó a los marinos alemanes a nuestras costas. Los vientos de guerra estaban ensombreciendo la atmosfera europea y era preciso, al menos, para Alemania fijar el tablero de ajedrez mundial para poder realizar efectivamente su próxima jugada. Ya el SMS Schlesien no sólo había cruzado nuestras aguas unos años antes, sino que en ese mismo periodo, es decir, el invierno de 1938-1939, casi coincide con su gemelo en puertos venezolanos. Los otros aspectos a destacar son: 1.-) la estrecha relación que nuestro país mantenía con la Italia fascista, el otro miembro del pacto anti-komintern que unía bajo una misma bandera al país del mar mediterráneo con Alemania y 2.-) la creciente cooperación de Italia y Alemania con la España franquista.

En relación con Italia, ya se ha destacado la cooperación de este país en la modernización aeronáutica y naval de Venezuela. En el caso español, además de la asistencia para crear la Guardia Nacional venezolana, el gobierno franquista enfocaría su política exterior hacia Iberoamérica serviría de pivote para bajo la figura del rescate de la hispanidad y apoyaría, de manera indirecta, la penetración alemana en Suramérica por intermedio de la acción política de la Falange española (Chace, 1943/2011:160)[29].

La importancia que reviste esta cooperación internacional estriba no sólo en la efectividad de las actividades de inteligencia operacional desarrollada por los alemanes en el país sobre todo en el año 1942 que significaron el hundimiento de una apreciable cantidad de buques mercantes de diferentes banderas, sino también las acciones de infiltración realizadas por súbditos y simpatizantes de ese país dentro de la estructura misma del Estado, como modo de contribuir al esfuerzo de guerra incluso desde mucho antes de que esta estallara[30]. Al respecto, se evidencia una notable coincidencia y un sorprendente engranaje entre las informaciones manejadas por Mariño Blanco, Hernández-Farage, Rivero-Blanco, Bracho y el autor de este ensayo, Es decir, la significación que destacó Kelshall sobre los eventos que acaecieron en los archipiélagos de Los Testigos y la isla La Blanquilla realmente no fueron producto del azar, fueron consecuencia de un proceso histórico sembrado de intencionalidades que abarcó varias décadas.

3.   Análisis de las Actividades realizadas por los linienschiff alemanes y sus consecuencias estratégicas.

En función de lo antes expresado se observa que Alemania emprendió una sistemática evaluación estratégica de sus potenciales áreas de operaciones. Este proceso duró varios años y echa por tierra las hipótesis de conflicto elaboradas por EE.UU. y el Reino Unido basadas en las incapacidades alemanas de llevar una guerra a otras latitudes y de las otras posibles formas en que esta pudiera haberse llevado a cabo, tal como Pérez Lecuna manifestó en sus escritos. En un primer análisis se puede afirmar que la Alemania nazi no se planteó invadir el continente americano sino subvertir el orden político existente con el apoyo de afinidades políticas de algunos Estados americanos. De ahí se explica la sorpresa táctica que lograron los alemanes.

Hay que recordar que con la construcción del canal de Panamá y el alto porcentaje de la participación de Alemania en el comercio mundial, el mar Caribe se había convertido en un área de interés estratégico desde principios del siglo XX. De tal importancia fue ese interés que ese país europeo desplegó hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial dos cruceros ligeros de forma casi permanente. Uno ya fue reseñado en este trabajo, el otro fue el SMS “Dresden”. Después de la Gran guerra, y cuando se inició la recuperación económica, el papel de los leichter kreuzer reseñados en los antecedentes sería sustituido por los linienschiff objeto de este estudio.

Estas evaluaciones estratégicas habrían tenido como fundamento: 1.-) la posición de neutralidad que asumieron la mayoría de los países iberoamericanos durante la Primera Guerra Mundial, 2.-) las afinidades políticas existentes en el mismo continente en ese periodo, 3.-) la rentabilidad de la guerra corsaria emprendida durante ese periodo por el SMS “Karlsruhe” y SMS “Kronprinz Wilhem” por citar sólo dos ejemplos, 4.-) la naturaleza del tráfico marítimo, 5.-) el recelo hacia la política exterior estadounidense y 5.-) la aversión al comunismo.

Para que se tenga una idea de lo que se está afirmando, en el gráfico que se muestra a continuación se indican aproximadamente las rutas seguidas por los dos buques alemanes en el mar Caribe en relación con las principales rutas de convoyes que se establecieron en la Segunda Guerra Mundial:   

Como se puede observar, hubo una notable coincidencia entre las rutas seguidas por los cruceros alemanes, las principales rutas controladas en el Caribe por los aliados y los puntos de formación y concentración de convoyes. Estos puntos de concentración coincidían con la importancia político-económica del lugar y de las facilidades que poseían. Se podría afirmar consecuentemente que la obviedad de esta coincidencia estaba dada por el hecho que estas rutas correspondían a las que habitualmente eran utilizadas en tiempos de paz durante ese período, pero el trabajo de la inteligencia estratégica está en descubrir lo obvio y limpiarlo de todo prejuicio mediante una observación atenta en la misma área de operaciones. Lo obvio en este caso estuvo representado por la intensidad del tráfico marítimo, la comodidad y la mismidad en la repetición de las rutas seguidas, su poca protección, la experiencia recabada de la pasada guerra y las divisiones internas dentro de los países que forman parte de la región en cuanto a intereses representados, que facilitaba la acción diplomático-militar. La consecuencia de esta situación se evidenció en la alta efectividad de la acción de los U-Boot´s en el área entre los años 1942 y 1943. De una manera más detallada se tiene a continuación lo siguiente:

Del gráfico anterior se pueden hacer observaciones en relación con el espacio y con el tiempo. En relación con el espacio:

·         No repitieron los puertos visitados, lo cual es un indicador de que estaban buscando información y/o confirmación de la que poseían en ese momento.
·         Los puertos visitados junto con Maracaibo eran lugares habituales donde operaban las líneas marítimas comerciales alemanas.
·         En todas las derrotas aproximadas de los buques alemanes, tuvieron a las islas de Los Testigos como un punto de referencia para la navegación, así como gran parte de las islas que conforman el Mar de Venezuela.

Con respecto al tiempo se tiene lo siguiente:

·         De un crucero que tenía la periodicidad de un año entre 1936 y 1938 se pasó al hecho de presentarse la coincidencia de que ambos navíos alemanes visitaron nuestras aguas en menos de cuatro meses entre los años 1938 y 1939.

De lo antes reseñado se desprende que hubo un creciente interés por parte de Alemania en su relación con Venezuela. Este interés estuvo a la par del papel de Italia en la modernización de la Fuerza Armada nacional y llevó a Leonard y Bratzel a afirmar que cuando estalló la guerra en Europa, el Estado venezolano, a pesar de la declaración de neutralidad, estaba alineado con las potencias del eje (2007:120). La pregunta que surge entonces es: ¿Qué significaba y que representaba la neutralidad venezolana en una nueva guerra europea? ¿Cuáles eran las implicaciones militares que la neutralidad traía consigo desde la perspectiva venezolana y alemana?

Con respecto a la primera pregunta, ya se ha mencionado que los propósitos de la Alemania nacionalsocialista hasta el año 1939 en Iberoamérica fueron: 1.-) hacer contrapeso a la influencia anglosajona y 2.-) intentar subvertir el orden político en aquellos países donde no hubiese afinidades políticas con alguna de las potencias del eje o España como acontecería con México; por lo que desde la perspectiva de la acción política, la región fue un terreno fértil y dispuesto para seguir los consejos provenientes del centro de Europa.  Ello significaba que los problemas europeos no eran de incumbencia de la región cosa que era la intención que intentaba destacar la política alemana y ello afectaba los intereses de las potencias aún con vestigios coloniales y representaba una amenaza para estas potencias en caso de que las cosas en la guerra no resultasen a su favor. Este escenario favorecía los intereses alemanes en relación a los países anglosajones por dos causas determinantes[31]: 1.-) había países de la región con problemas territoriales con el Reino Unido (Argentina y Venezuela) y con EE.UU. (México)[32], y 2.-) había una gran comunidad de origen alemán en Argentina, Brasil y Chile que estuvo dispuesta a obedecer el llamado de la madre patria[33].

En relación con la segunda pregunta, como muchos autores coinciden en que el resultado de la Segunda Guerra Mundial se había previsto en lo concerniente al papel que desempeñaron los aparatos industriales de los países considerados, no había sido del desconocimiento alemán que gran parte del material de guerra empleado por la Entente en la Primera Guerra Mundial había sido de proveniencia estadounidense, más aún cuando el Estado Mayor General de la Reichswehr alemana seguía las directrices metodológicas establecidas por el General Hans von Seeckt[34]. A partir de este hecho, en un escenario de guerra semejante, los planificadores alemanes debieron haber tenido en cuenta que la única manera de frenar la producción industrial de sus potenciales adversarios era cortando sus fuentes de suministros de materias primas. En otras palabras, emprender una nueva guerra de corso, pero a gran escala.

De igual forma, los planificadores alemanes debieron tener en cuenta que la única manera de inclinar a su favor la relación: bajas de U-Boot´s-hundimientos de buques mercantes, acaecidas en la primera Guerra Mundial era extender el área de operaciones en el momento más inesperado para los aliados. Así pues el plan alemán, en el plano operacional, consistió en hacer lo que han destacado autores como Mahan, Corbett, Castex y otros, es decir, llevar la guerra a las costas del adversario a fin de obtener desde dentro del mismo un cambio político.

Así pues, lo que prevaleció en el cálculo de los planificadores alemanes fue que se produciría una ventana política que le podría abrir la posibilidad de ganar la guerra si esta se extendía más allá de lo estimado, pero para ello era necesario mantener durante el mayor tiempo posible, buenas relaciones con los países americanos y en especial iberoamericanos hasta que fuese factible forzar un cambio político en aquellos países no proclives a aceptar un hipotético orden germánico. Ello permite explicar también: 1.-) la duración y naturaleza de la guerra no declarada entre EE.UU y Alemania durante el año 1941, 2.-) las motivaciones que estuvieron en juego en los casos de hundimientos de buques mercantes mexicanos y brasileños[35] y 3.-) el juego político que significó la variedad de incidentes aeronavales que se presentaron entre los pocos países que lograron mantenerse neutrales en la guerra y los bandos enfrentados como fueron los casos de Argentina (hasta finales de 1944)[36], España[37], Portugal[38], Suecia[39] y Turquía[40].

En este sentido, el trabajo de la diplomacia además de lo reseñado precedentemente es abrir posibilidades a partir de lo obvio. ¿Qué significa esto? Las visitas realizadas por los buques germanos estaban enmarcadas dentro de un ambiente de buenas relaciones entre Alemania y los países visitados y la firmeza de estas relaciones se corroboraría en la actitud que asumirían, en particular, Argentina, Chile, Brasil y Venezuela en febrero de 1942, cuando EE.UU. intentó lograr que todos los países del continente se involucraran directamente en la guerra a su favor.

El otro aspecto que parece obvio es el relacionado con el hecho que después del año 1929 el ambiente mundial se cubrió con una niebla de guerra que muy pocos pueblos, a parte de los que tuvieron la intención de desencadenarla, pudieron avizorar. Esta capacidad de observar la niebla y lo que había más allá de ella sólo fue posible, en ese entonces, desde la actividad diplomática puesto que los juegos de lenguaje que en diferentes escenarios de comunicación pueden ser percibidos como sonidos de una orquesta de cámara desafinada que se prepara para reproducir una melodía, los años treinta se caracterizaron porque estos juegos reprodujeron una sola nota producida por una voluntad de salir del atolladero político que significó la Primera Guerra Mundial. El papel desempeñado por Iberoamérica en ese juego de grandes potencias estuvo determinado por el hecho que, la región, más o menos alejada de los principales conflictos mundiales vivió una época de prosperidad y este hecho ayudó a la recuperación europea luego de la Gran Guerra.

Es una ironía que la actual crisis económica que enfrentan Europa y EE.UU. tenga rasgos que hacen recordar la experiencia vivida por gran parte de la humanidad en la década de los años treinta del siglo pasado.

4.   Evaluación de la diplomacia naval y su importancia político- estratégica en relación con la experiencia alemana.

Como es sabido, Alemania, en general, y su Marina de Guerra, de forma particular, había sido minimizada como consecuencia de las funestas clausulas impuestas a ese país en el tratado de paz de Versalles[41]. Para el año 1935, ese país se empeñó en un acelerado programa de rearme que debía haber sido culminado, desde la perspectiva naval, a mediados de la década de los años cuarenta del siglo pasado. Sin embargo, este rearme naval si se hubiese llevado efectivamente a cabo podría haber colocado a la Kriegsmarine en una situación parecida, en capacidades, a la de su antecesora la Kaiserlichen marine lo cual habría significado que el instrumento naval hubiese quedado limitado para operar a escala global, por lo que en sus cálculos más optimistas los planificadores navales alemanes no debieron haber considerado operar con una fuerza naval importante en el mar Caribe y el Atlántico sur. El plan alemán estuvo orientado a la realización de una especie de guerrilla naval que incluía también la ejecución de operaciones subversivas y de sabotaje a los intereses económicos y políticos de sus potenciales enemigos en una escala más amplia que la desarrollada durante la Primera Guerra Mundial (Ver en esta página, “Der auslandskreuzerkrieg” de Hening y Schwarter, 2011).

En este contexto, la diplomacia naval expresiva llevada a cabo por Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial significó la voluntad de ese país de mostrar la bandera en todos los confines del mundo y este mostrar contenía, como es lógico suponer, el paquete de actividades colaterales que reseñó Basti, ampliamente citado en este trabajo, así como también de las inferencias aquí desarrolladas en lo concerniente al reconocimiento de las áreas probables de operaciones. En esa misma tónica operaron las marinas estadounidense y británica en ese periodo[42]. Por tal motivo, en la diplomacia así concebida, los países iberoamericanos estuvieron destinados a ser medios dentro del juego estratégico alemán, así como ocurrió con el resto de las potencias que se involucrarían en el conflicto bélico, en especial EE.UU.

Mostrar la bandera en una situación de desventaja estratégica, en época de paz, tiene la ventaja de que abre más fácilmente la posibilidad para la negociación internacional valiéndose al efecto de las facilidades que ofrece el mar como una res nullius más allá de las áreas jurisdiccionales de los Estados. En época de conflicto, mostrar la bandera permite expresar la voluntad de un Estado de mantener una posición política específica. En ambos casos se hace necesario disponer de la capacidad de mostrar banderas con cierto grado de efectividad y de una gran habilidad para negociar. Esta necesidad nos obliga a direccionar este trabajo al papel que ha jugado la diplomacia venezolana en el mar desde la época considerada hasta el presente.

La Armada venezolana iniciaría una diplomacia naval expresiva con sus buques de guerra a partir del año 1935 de acuerdo con Bracho (2011:124) y Sosa Larrazabal[43], pero el propósito de estas visitas se diferenciaba de la política llevada a cabo por la Alemania de ese entonces en el hecho que en la intencionalidad de esas no estaba planteada una hipótesis de conflicto, aun a pesar de que las adquisiciones navales realizadas por Venezuela en la década de los años treinta del siglo pasado fueron para contrarrestar un desequilibrio en cuanto a medios navales se refiere[44]. Esta acción podría explicarse como una forma de lenguaje que perseguía dar a entender tácitamente una intencionalidad política cuyo final sería resuelto en una mesa de negociación bi-nacional (Bracho, 2010).

Después de la guerra, Venezuela desarrollaría una importante actividad diplomática en el mar teniendo sus momentos más elevados en las décadas de los años cincuenta, sesenta y ochenta del siglo pasado. Con el reordenamiento estratégico que se ha estado produciendo en el escenario internacional desde inicios del siglo XXI, el mar se ha estado convirtiendo en un espacio de tensión de las grandes potencias debido: 1.-) al interés creciente de los países anglosajones de controlar todo el tráfico marítimo mundial[45] y mantener aún áreas de influencia política como se ha evidenciado, en el caso estadounidense, con la reactivación de la IV flota; y 2.-) el deseo de los países emergentes (Rusia, China, India, Irán) así como de otros países (Japón y Alemania) de asegurar su tráfico marítimo en especial el relacionado con el suministro y comercialización de materias primas en especial el petróleo (Blanco, 2010).

Estos hechos están trayendo como consecuencia que la actividad diplomática naval se esté desplazando en cierta forma a la alta mar y ello comporta una serie de implicaciones logístico-operacionales y psicológicas. Desde el punto de vista logístico-operacional se ha producido un cambio entre los conceptos de mostrar bandera que implica un estar concreto (visible o sensible) posible a partir de la disposición de una potente infraestructura logística e industrial que permita a los países con intereses marítimos mostrarse para declarar la fuerza de sus intereses y el de hacer presencia que implica un estar percibido a partir de una intuición entendida como la sensación de algo que no puede ser aprehendido y que presupone la disposición del que posee esa capacidad de una gran capacidad tecnológica. Sobre este último aspecto es conveniente hacer una reflexión.

El control marítimo apelando a la alta tecnología para mantener una presencia que disuada o intimide, supone un aumento de la efectividad en el accionar de las potencias marítimas, pero indica también que la capacidad logístico-operacional de esos países ha llegado a un límite que necesitan llenarlo con otros medios, es decir, tecnológicos, jurídicos y políticos[46]. Ello permite entender el avance de los programas navales en los países emergentes antes mencionados, así como también está aconteciendo en Iberoamérica, en especial, Brasil, Chile y Perú. Si bien hay conciencia en la clase dirigente estadounidense de la decadencia relativa en que se han inmerso. Una decadencia no sólo acompañada por la crisis económica que padece sino también por la sensación de fracaso que ha traído consigo el anuncio de las retiradas de Irak y Afganistán. El asunto que queda por saber es si la reciente intervención militar en Libia cuyo resultado ya indica la apertura de otra área de inestabilidad en una región del mundo, es un efectivo esfuerzo por mantener su estatus hegemónico o es una expresión de su incapacidad de mantenerlo.

En este sentido, la acción diplomática naval de estos países coloca a Venezuela de nuevo en ese escenario de tensiones globales, por lo que se hace cada vez necesario que nuestro país desarrolle no sólo una capacidad de mostrar su bandera en nuestras áreas de interés (más allá de los cruceros habituales que realiza el Buque Escuela “Simón Bolívar”), sino también desarrollar una capacidad disuasiva convencional marítima que aumente nuestra capacidad de negociación en la escena internacional.

Así pues, la enseñanza que nos deja la experiencia alemana por intermedio de los dos linienschiff, los SMS Schlesien y Schleswig-Holstein, además de la sistematicidad demostrada en el levantamiento de estudios de áreas de probables operaciones, es la voluntad de hacer presencia en el mar indiferentemente de las limitaciones que padecieron en cuanto a disponibilidad de medios.

5.   Nota final.

La historia de estos dos Linienschiff antes del año 1933 y a partir del año 1939, sería igualmente interesante. Es decir, en la Primera Guerra Mundial ambos buques formarían parte de la II Escuadra de acorazados a la orden del Contralmirante Mauve y cumplirían diversas misiones de apoyo en el primer año de la guerra. Según De la Sierra, para ese entonces estaban anticuados y limitarían seriamente la movilidad de la Hochsee Flotte, durante la batalla de Jutlandia al año siguiente (1984:183-184). En esa batalla, estos buques lograrían aligerar la presión que estaba sufriendo la vanguardia alemana en la fase final diurna del enfrentamiento a pesar de encontrarse en desventaja en velocidad y potencia de fuego (Ibíd.:264). En esta fase ambos buques sufrirían averías de consideración. La única baja de la II Escuadra estaría representada por el SMS Pommern que sería hundido en la fase nocturna del combate gracias a la acción de la 12° flotilla de destructores británicos (Ibíd.:283-285). Luego del Tratado de Versalles estos veteranos de guerra pasarían a ser los principales buques de la marina de guerra de la república de Weimar.  

De igual forma, los dos linienschiff estarían destinados a hacer los primeros disparos de la Segunda Guerra Mundial en la disputada ciudad de Danzig, así como seguidamente en otras localidades costeras como Westerplatte, Kepa Oksywska y la Península de Hel, para doblegar a la defensa polaca. Después de las victoriosas ofensivas en Polonia y Noruega y Dinamarca, ambos buques serían usados para entrenamiento, pero en el año 1942 serían modificados nuevamente para servir como plataforma antiaérea para proteger el puerto de Gotenhafen. El Schleswig-Holstein sería hundido, al parecer, en varios raid de la Royal Air Force, en el año 1944 (Zentner, 1976:281) y después de la guerra sería reflotado y reparado por los soviéticos, quienes lo bautizarían con el nombre de “Borodino”. El Schlesien por su parte, luego de Gotenhafen sería destacado a Swinemünde (Pomerania), nombre famoso por ser el lugar de nacimiento de la cohetería moderna y ahí pasaría los días finales de la guerra como plataforma de apoyo artillero en defensa de las unidades alemanas que se encontraban en retirada (Ibíd.).

Por su parte, el final de los artífices de la actividad diplomática naval de los linienschiff estudiados, es decir, Canaris y Dönitz fue singular. El primero fue ejecutado por los nazis, acusado de complotar contra Hitler en los días finales de la guerra aunque nunca se conseguirían sus restos por haber sido supuestamente incinerados. El segundo en su testamento pidió que no se le rindiera honores como ex-jefe de Estado luego de su fallecimiento a finales del año 1980.

En relación con Venezuela, esta estuvo sumida en acciones de espionaje y contraespionaje por los principales protagonista de la Segunda Guerra Mundial, amparadas estas bajo un manto de diplomacia. No obstante, el petróleo, gracias a la experiencia de la nacionalización petrolera llevada a cabo por México, le daría un apreciable poder de negociación que le permitiría un pequeño margen de maniobra para jugar dentro de ese tablero. Así se tiene que durante la misma guerra, nuestro país acogió a muchos refugiados políticos de diferentes nacionalidades y por diferentes vías[47]. Uno de esos beneficiados fue también el ciudadano español Juan Pujol, un republicano español que sirvió como agente doble durante la Segunda Guerra Mundial (Palmitesta, 2011:40-41). Este personaje pasaría el final de sus días en Choroni, un lugar que coincidencialmente se destacó en la guerra mundial como un foco de la inteligencia alemana (y quizás de la falange española) y donde se presume, de acuerdo a versiones de lugareños, no confirmadas aún, existe la posibilidad de que al menos un U-Boot se encuentre sumergido en aguas cercanas, auto-hundido por su propia tripulación (Blanco, 2010:71-78).

Como epilogo, llama la atención el renovado interés que ha despertado ese particular periodo de la historia mundial. Quizás la causa se deba al hábito de ver el pasado cuando el futuro no se distingue por la presencia de nubarrones que presagian tormentas.

FUENTES CONSULTADAS

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[1] Trabajo elaborado por Edgar E. Blanco Carrero.
[2] La persecución del buque alemán se interrumpió por dos causas: el SMS Karlsruhe (I) era más rápido y la fuerza naval inglesa fue destinada inmediatamente para interceptar a una fuerza naval alemana que se dirigía del océano pacífico al océano Atlántico. El encuentro se produciría en Coronel, en la costa chilena y resultaría en el hundimiento de la mayoría de los buques ingleses.
[3] Este buque se dedicaría también a la guerra corsaria en el Atlántico sur obteniendo notables éxitos contra el tráfico mercante británico
[4] Si se observa con detenimiento el dibujo de Lehmann, con la expresión usada por Hening ySchwarte (Ibíd.:08) la isla “Maraca” debió haber sido una isla venezolana, probablemente Los Testigos, Los Frailes o el conjunto que forma La Blanquilla y los Hermanos. Al respecto, el Capitán de Navío T. Mariño Blanco ha expresado que esos abastecimientos se hicieron en Los Testigos. De igual forma este oficial expresa que luego del hundimiento del Karlsruhe, algunos de los supervivientes se integrarían a la sociedad venezolana en el oriente del país. Esta información podría explicar el papel que jugó Los Testigos, así como también el territorio oriental venezolano en la Segunda Guerra Mundial, en especial en todo lo concerniente a las actividades de inteligencia. En apoyo a la tesis de Mariño Blanco es de afirmar que según Bracho, el director de la Escuela Naval de Venezuela entre los años 1913 y 1914 fue Frederick Linton, antiguo oficial de la Armada Imperial alemana y en el año 1914, la escuela naval se embarcaría a bordo del crucero “Mariscal Sucre” hasta el año 1917 (2011:82). El oficial que le recibió cargo a Linton fue  Pedro Rivero. De igual forma, en el ejército se estaba produciendo también, en ese periodo un proceso de prusianización de las manos de la misión chilena dirigida por el Coronel Mc Gill (Ibíd.:2010). Queda de parte del CN Mariño Blanco aclarar algo que parece obvio en toda esta descripción..
[5]Ver también: De la Sierra (1984: 31, 35, 56 y 86).
[6] Estos dos oficiales participarían en la operación “Rheinübung” a bordo del acorazado “Bismarck”.
[7] Nótese que el último punto de estadía en el continente americano de este buque alemán sería aproximado al punto de inicio de la guerra corsaria de su primer antecesor en el año 1914.
[8] Ver: Blanco (Farage, 2011).
[9] Ver: Sainz Borgo (Farage, 2011).
[10] Hay una actualización de este ensayo en: http://www.edgareblancocarrero.blogspot.com/
[11] Dönitz en sus memorias expresó que antes de asumir la jefatura del arma submarina había sido comandante del SMS “Emden” y realizó un crucero diplomático por África y territorios circunvecinos a las aguas del océano Índico, mientras que Lütjens lo hizo por el continente americano (2006:18).
[12] Entre 1932 y 1939 estos fueron sucesivamente  sus comandantes los KzS: W. Canaris, H. Anckers, T. v Seebach, F. V. Fleischer, W. Lindenau y K. Utke. Ver: http://www.wehrmacht-history.com/kriegsmarine/pre-dreadnoughts/schlesien-pre-dreadnought.htm.
[13] Ver: Militaritäten. Documento en línea. Disponible: http://www.militaritaeten.de/
[14] Ver: Mundo SGM. Documento en línea. Disponible: http://mundosgm.com/maritimo/acorazado-schlesien-otro-buque-con-suerte/.
[15] Ver: Altenburger, A. Lexikon der Werhmacht.  http://www.forum-der-wehrmacht.de/thread.php?postid=65449.
[16] Ver: Nieves-Croes (Farage, 2011).
[17] La asesoría estadounidense se iniciaría en el mismo año 1939 (Ibíd.).
[18] Ver: Blanco (Farage, 2011).
[19]El General  Wilhelm von Faupel (director del Instituto iberoamericano de Berlín desde 1934) y su esposa (que estuvo en Caracas en esos años como enviada especial) fueron los encargados personales de Hitler para ganarse el favor del gobierno venezolano de ese entonces (Ibíd.). Este general sustituyó a su fundador, Albrecht Haushofer (Blanco, 2010) y convirtió a esa institución en un aparato de propaganda del nacionalsocialismo. La importancia de esta afirmación es que ella de por si explica la participación de la Gestapo y la SA y posteriormente las SS en la conformación de la más efectiva red de inteligencia que operó en Iberoamérica entre 1934 y 1950. Faupel fue asesor militar en Argentina, Brasil y Perú antes de asumir la conducción de ese instituto y en 1945 se suicidaría junto con su esposa.
[20] Esta información fue obtenida por tradición oral en Cumaná en el año 2004. Ciertamente, falta confirmar esta afirmación, pero como se observará este dato por si mismo no afecta el sentido de este trabajo.
[21] El Comandante del buque cuando visitó La Guaira fue el  KzS Kieseritzky. Desde el año 1933 hasta 1938 los comandantes fueron sucesivamente: K. Schuster, C. Patzig, G. Krause y H. Feldbausch.
[22] Ver: Aristigueta (1981:35-44)
[23] La tripulación de este buque pasó el año nuevo de 1937 en festejos preparados por familias locales, en Puerto Cabello, puerto de recalada y la Colonia Tovar.
[24] Al respecto en la siguiente dirección electrónica: http://soldatenglueck.de/2009/03/25/8590/tragoedie-vor-95-jahren-marinesoldaten-gedenken-der-sms-karlsruhe-im-westlichen-atlantik/, se puede observar como las fragatas DBM “Sachsen” y  "Lübeck” le rinden homenaje a la tripulación y el buque SMS Karlsruhe al este de la isla de Trinidad en posición 11°7 N / 055°25 W el 25MAR2009
[25] Sólo Argentina, por parte de Iberoamérica llegaría a enviar buques de guerra por mandato de la Sociedad de las Naciones.
[26] Al respecto ver: Blanco y Sainz Borgo (Farage, 2011)
[27] Igual acontecería con los cañoneros “Urdaneta” y “Soublette” que tocarían Santa Cruz de Tenerife en su viaje a Venezuela, gracias al reconocimiento que hizo el país al gobierno de Burgos dirigido por el General F. Franco. Gracias a la colaboración de R. Rivero-Blanco he podido tener un indicio de la relación de Venezuela con la Falange. En un periódico canario, la falange del 28ABR1938,  se reseña el homenaje que le hicieron las autoridades del gobierno de Burgos al comandante de las unidades venezolanas que tocaron puerto isleño. En ese intercambio se destacó los “espirituales vínculos que unen a la España del caudillo y Venezuela”.
[28] Al respecto, ver: Blanco (2010´s).
[29] Según Chace, al parecer, la orientación de la actividad falangista estuvo concentrada en México y Cuba. Esta afirmación ha sido confirmada por el trabajo de Leonard y Bratzel. La importancia de Mexico estuvo relacionada con el petróleo y la nacionalización que realizó en el año 1937 que afectó intereses ingleses y estadounidenses. Este hecho sería aprovechado por Venezuela en los años subsiguientes para conseguir beneficios a costa de los aliados durante el pleno desarrollo de la guerra (Leonard y Bratzel, 2007:120-121). De igual forma todos estos autores coinciden en que von Faupel concentró su atención a los países bolivarianos y en especial Venezuela por su importancia estratégica. Según Chase, en Venezuela operarían cientos de agentes falangistas  que le darían un valioso apoyo a los U-Boot´s durante el año 1942-1943 (1943/2011:207). Como dato curioso una de las justificaciones ideológicas usadas por los nazis para intervenir en Venezuela por intermedio de la alianza germano-española fue la de la participación alemana, “die welser”, en la creación de la Capitanía General de Venezuela. Ver: Chace (1943/2011) y Pérez Lecuna (2000).
[30] Esta infiltración está referida a dos hechos que se presentaron de manera simultánea: las simpatías de venezolanos por la causa del eje y las penetraciones realizadas por alemanes nacionalizados o descendientes dentro de la estructura del Estado.
[31] Aquí se excluyen los casos neerlandés y francés porque se actitud en el continente fue pasiva y dejó de afectar los intereses de los países iberoamericanos con quien compartían fronteras.
[32] Sin considerar las intervención directa que este país realizó en Nicaragua e indirecta en la guerra del Chaco. Ver: Blanco (Farage, 2011)
[33] En muchísimo menor grado existieron comunidades de origen alemán en Paraguay, Colombia y Venezuela.
[34] Para este militar alemán artífice de la reforma militar en su país durante la primera postguerra, un guerrero no era el que hacía la guerra sino el que la planificaba.
[35] Al respecto ver. Blanco en (Farage, 2011).
[36] Ver: Caso del  Mercante argentino Río Tercero por un U-Boot frente a Nueva York. Por otra parte llama la atención el caso chileno. En relación con Chile, es de mencionar que este país suramericano, al parecer, no sufrió la pérdida de buques durante la Segunda Guerra Mundial.
[37] Ver: hundimientos de pesqueros gallegos por colaborar supuestamente con los U-Boot´s y los incidentes aéreos en Gibraltar, las islas Canarias y el Sahara Español que significaron la perdida de seis aviones aliados y tres españoles.
[38] Además de la ocupación de los dominios portugueses en Asia por parte de fuerzas militares japonesas un buque mercante de ese país fue retenido en sus costas y ello significó la pérdida de tres vidas en el año 1944.
[39] Ver caso de la perturbación del tráfico de Gotemburgo que significó la pérdida de nueve buques mercantes. En total los suecos perdieron alrededor de 70 embarcaciones de todo tipo durante esa guerra y las causas principales fueron confiscación y hundimientos por minas, bombardeos, etc. Fuente: Bruzelius, L (1998). Perdidas de la Marina Mercante sueca durante la Segunda Guerra Mundial. Documento en línea. Disponible: www.bruzelius.info/Nautica/Naval_History/SE/WW2_Losses.html.
[40] Se menciona el caso del buque “Mefkure” que llevando la bandera turca y de la cruz roja fue hundido por un buque de guerra desconocido llevándose consigo 345 pasajeros en el mar Negro, en su mayoría judíos refugiados. Otros dos buques correrían también esa misma suerte: el Salvador de bandera uruguaya (1940) y el Struma de bandera panameña (1942). Ver: Öztürk, Ö. (2004). Turkey and WWII. Documento en línea. Disponible: http://www.bevrijdingintercultureel.nl/eng/turkije.html. En relación con Suiza, es de destacar que para mantener su neutralidad frente a Alemania mantuvo movilizada sus fuerzas armadas durante todo el tiempo que duró la guerra y frente a los aliados se vio en la necesidad de abrir fuego sobre todas las aeronaves que violaron su  espacio aéreo significando con ello el derribo de unas decenas de aeronaves (Ch. Rousseau citado por Blanco, 2004).
[41] Ver: Blanco y Sainz Borgo (Farage, 2011).
[42] Hay que recordar los ejercicios antisubmarinos que realizaron buques estadounidenses en el Golfo de Venezuela en el año 1940 y la inexplicable visita de un destructor británico a Ciudad Bolívar en el año 1939. Ver: Pérez Lecuna (2000) y Farage (2011)
[43] Ver al respecto la segunda edición de la obra Mar de Leva del Contralmirante Sosa R  que vio luz en octubre de año 2011.
[44] Ver: Blanco (Farage, 2011) y Rivero (2011). De igual forma, para conocer la situación venezolana frente a la segunda guerra mundial desde el punto de vista jurídico, político y militar ver: Sainz Borgo, Nieves-Croes y Hernández G (Farage, 2011).
[45] El objeto en este caso en controlar el comercio por intermedio del tráfico marítimo.
[46] Ver: Blanco (2010).
[47] J. Nieves-Croes, en fecha reciente, ha desvelado el caso del general húngaro Károly Bartha, quién se opuso a pactar con los soviéticos cuando estos amenazaban Budapest en 1944 y los nazis lograron sacarlo, en recompensa, de su país y gracias a gestiones diplomáticas que quizás siguieron los canales del neutral Vaticano se refugió en Venezuela.