lunes, 14 de diciembre de 2015

COMENTARIOS SOBRE “LA EPISTEMOLOGIA SOCIAL”





La introducción del articulo “Social Epistemology” de Alvín Goldman establece que “es el estudio de las dimensiones sociales del conocimiento o información” entendiendo como conocimiento aquello que es creído, o aquellas creencias institucionalizadas en sí o por la comunidad, cultura o contexto. Entonces el problema estriba en como es producido este conocimiento: por un proceso de interiorización de este, por un proceso de socialización o por ambas interactuando simultáneamente. En principio ambas formas actúan simultáneamente. El conocimiento interiorizado es aquel que se encuentra en cada individuo de forma tácita producto de su interacción con el mundo sensible. El conocimiento común es el resultado de un proceso de exteriorización que permite la socialización de ese conocimiento y por consiguiente su institucionalización. De forma gráfica ello se representaría de la siguiente manera:



La combinación es el proceso a través del cual se pasa del conocimiento exteriorizado a un conocimiento interiorizado, es decir, el conocimiento se interioriza, luego se exterioriza para luego ser interiorizado.

Ahora la socialización trae subyacente el concepto de organización y esta podría darse en una comunidad política o en una comunidad científica.  La socialización implica la aceptación de ese conocimiento y su aplicación como practica consuetudinaria, es decir, aceptada. La aplicación es una practica continua y aceptada en función del tiempo en una sociedad como la Comunidad Política o la Comunidad Científica. Este concepto que es el de costumbre genera una autoridad basada en la tradición o en la razón.

Cuando Locke expresa el asunto de la autoconfianza y Hume y Reid de la confiabilidad de la fuente, Goldman expresa la duda que ha existido sobre el origen de lo que es creído y con ello se evidencia los tipos de inteligencia que se pueden visualizar en función de las capacidades humanas, hechos de manifiesto en la Teogonía: Prometeo o el que es capaz de razonar antes de que ocurran los hechos, basada en la autoconfianza y Epimeteo o la inteligencia que es capaz de razonar y reflexionar luego que estos hayan ocurrido, es decir teniendo presente la confiabilidad de la fuente. Locke representa con su argumento una inteligencia que es capaz de discernir e interiorizar un conocimiento  (prometeica) para a partir de allí iniciar la exteriorización y Hume y Reid, representan el tipo de inteligencia que parte del conocimiento exteriorizado que luego de una combinación es interiorizado (la epimeteica por decirlo de una determinada manera).

No se puede inclinar por un tipo de conocimiento o de pensamiento en particular porque todos se producen de manera simultánea. Un individuo perteneciente a una Comunidad Política o Científica puede producir un conocimiento y la posibilidad de su uso podría generar practicas regularizadas que podrían constituirse en costumbre, o sea la socialización (que implica la aceptación) puede producirse también antes de la practica o combinación en el proceso del conocimiento. Aquí hay una diferencia entre lo que es conocer el conocimiento y el proceso de producción del mismo. El conocimiento es en función de lo que se ha creído y el proceso de producción es el camino que ha llevado a esa creencia. Lo que se ha creído es algo que ha sido interiorizado y la socialización permite que esa creencia sea interiorizada por otros convirtiéndose en una practica consuetudinaria.

Con respecto a Karl Marx, Goldman afirma que su “Teoría de la Ideología” podría bien ser considerada un tipo de epistemología social. Tal vez la razón de esta afirmación es el hecho que esta teoría se basa en un fundamento: materialismo histórico, y un método: el dialéctico,  como nuevas formas de comprender la realidad, por eso es que podría ser entendido como una nueva epistemología. Pero el ciclo de acuerdo a lo mencionado previamente es al revés, es decir, el conocimiento interiorizado es a través de una combinación exteriorizada para luego a través de un proceso de socialización ser interiorizado. La forma de interiorización fue convertida por los soviéticos en dogma y eso sólo pudo permitirles “ver el árbol y no el bosque”, con las consecuencias que la historia ha hecho presente. En otras palabras, el conocimiento se hizo producto de un proceso que se hizo dogma, evitándose con ello la producción de nuevos conocimientos debido a la validez o no del método empleado.

Con respecto a Habermas, este expresó que “las creencias, que agentes podrían acordar en una situación discursiva ideal, son ipso facto creencias verdaderas”, con lo que el dispositivo social comunicacional es tratado como un tipo de epistemología estándar, que se infiere por el papel que juega el proceso de socialización en el pasaje de un conocimiento interiorizado (tácito) a uno exteriorizado (explicito).

Al final se hizo mención al primer uso que se le dio al concepto de “Epistemología Social”, el cual trata del estudio del conocimiento en sociedad en lo referente a los patrones de producción, flujo, integración y uso de todas las formas del pensamiento comunicadas a través de todo el tejido social. Esta conceptualización involucra, en principio, al conocimiento en sí y de cómo a él se llega en una comunidad. No obstante, la esencia de la epistemología es la tensión que existe entre contenido vs. Proceso, estos dos aspectos no son fijo y a veces uno de ellos es tomado como fijo, produciendo una desfocalización que saca de contexto al que estudia cualquier campo del quehacer humano.

En esta primera parte se ha visto que tanto Locke, Hume y Reid, hicieron énfasis en lo que es creído y el resto en cómo se ha llegado a esta creencia. Shera-Egan consecuentemente centraron sus esfuerzos en integrar ambas corrientes, es decir, la del contenido y la del proceso en el “estudio del conocimiento en sociedad ...”.

Teniendo presente el impacto que tuvo el pensamiento de Descartes en lo que concierne al “método” como racionalidad subyacente para alcanzar la verdad es pertinente mencionar como el sistema concebido por él permite generar creencias no a partir de la interiorización del conocimiento sino a partir de un proceso que partiendo de la racionalidad y la justificación puede ser interiorizado. La importancia de esta afirmación estriba en el hecho que desde Platón la noción de bien, sabiduría y justicia era la unión de lo que era entendido por ciencia y lo que se denominó “conjeturas verdaderas”.



En esta perspectiva el hombre era el centro de todo y con la propuesta descartiana de un método que tiene como objetivo obtener creencias racionales o justificadas pareciera dejar a fuera al hombre como esencia de la ciencia, o mejor dicho del proceso de la búsqueda y obtención del conocimiento. En este sentido la racionalidad permitió un proceso de sistematización y la analogía más pertinente es la de la maquina que permitió a su vez la automatización con lo cual se hizo posible la deducción automática en función de parámetros establecidos. Consecuentemente, el “método” dejó de ser social para ser científico, contribuyendo con los grandes desarrollos que ha alcanzado la humanidad hasta el presente.

De acuerdo a lo que se ha visto hasta ahora, Alvín Goldman ha sido, quizás, el primero que hizo trabajo relativos a la formulación de la verdad orientada a la “Epistemología Social” al hacer proponer la división de la epistemología en una individual (sujeto epistémico) y otra social (epistémica), que buscan identificar los procesos, métodos o practicas que contribuyan a la producción de creencias verdaderas. Pero desde el punto de vista individual hace énfasis en el aspecto psicológico y la social busca identificar y evaluar los procesos sociales por los cuales el sujeto epistémico interactúa con otros sujetos sobre quienes se ejercen una influencia causal en sus creencias.

En otras palabras los primeros trabajos de Goldman hicieron énfasis en el proceso de obtención, interiorización del conocimiento, socialización, exteriorización y combinación de ese conocimiento adquirido para que luego sea interiorizado. Este problema que a finales de los noventa ha sido tratado por Nonaka y Takeuchi para crear organizaciones inteligentes como estrategia empresarial, fue en los setenta un problema que habría que indagar como se produjo, es decir a través de la reflexión de un sujeto epistémico o fue producto del entorno social científico.

Consecuentemente, puesto que existe un proceso, faltaría saber cuando una creencia pasa a ser creencia desde el punto de vista individual y colectivo, es decir es un asunto automático a partir del cual se pasa del no creer al creer o es un fluido que va llenando todo, de manera poco perceptible hasta que es evidente al individuo o al grupo.

En este sentido Kitcher introduce el concepto de “consenso practico”. Este concepto da luces sobre el problema desde la perspectiva de entender el paso de un estado de no creencia al estado de creencia, pero cuando en el articulo se refiere que un virtual consenso practico como una practica generada por aquellos que toman en cuenta los acuerdos, metodologías, etc que los miembros aceptan indirectamente por la aprobación de otros científicos considerados como autoridades, se evidencia que ese “consenso practico” es un sistema que funciona en una organización racional de científicos que se rige por parámetros que conjugan la tradición, el carisma y la razón, es decir, los tipos de autoridad establecidos por Max Weber, trayendo como consecuencia que dicho consenso tenga componentes burocráticos (en sentido weberiano).

En clase se trajo a colación otro tipo de “consenso practico”, como el que se produjo en Caracas por una presunta escasez de gasolina que se presentó en ese día que llevó a las personas a las estaciones de servicio de gasolina de manera simultanea. Esto al parecer fue una creencia individualizada cuya suma de individualidades produjo un consenso practico que a su vez fue exteriorizado e interiorizado por otros. En este caso no había una organización pero la creencia hizo que las personas se comportaran de una determinada manera en función de la misma creencia.

Pienso que es difícil referirse a la obtención de creencias partiendo de una visión sistémica puesto que la idea de maquina da a la creencia su asunción como la acción de un interruptor que pasa de “off” a “on” en un momento determinado. La interiorización de una creencia sería eventualmente un proceso nutritivo similar al resto de las funciones del cuerpo humano, pero que opera en la memoria.

Lo que he percibido de Goldman es que trata de comprender un proceso orgánico, al entender el componente social de la epistemología a través de la idea de un sistema que tiene fundamentos descartianos.

ANEXO
De acuerdo a lo recopilado en la discusión se extrajo lo siguiente:

ANTICLASICA
CLÁSICA
Rechaza normas universales u objetos de racionalidad y los criterios de verdad
Búsqueda de la verdad y conocimiento a través de los valores veritativos de racionalidad, justificación y experiencia.
Busca tener un enfoque más abierto
Consenso practico como mecanismo para llegar a la verdad
La verdad como resultante del proceso de estabilización
Autoridad testimonial
Consenso holístico y cientifistas
Enfoque más descriptivo que normativo

De acuerdo al profesor estas dos corrientes colocan limites, no obstante en clase se hizo mención a que la corriente anticlasica pareciera ser una evolución en lo que concierne a la Teoría del Conocimiento.

Ahora si se consideran ambos enfoques como caminos para aproximarse a la verdad y si se considera la posición anticlasica como una evolución, la aceptación o la negación de los dos enfoques como herramientas para aproximarse a la verdad es lo realmente lo anticlasico.

El problema de la Epistemología Social es ser un conocimiento universal de la particularidad.

Democratización del conocimiento ....

Conocimiento particular
Conocimiento Específico
Conocimiento Universal
Hume y Kant trataron de hacer ciencia y filosofía particulares para producir conocimiento universal








La epistemología social produce un conocimiento universal de la particularidad
Conocer lo universal o filosofar sobre eso

Hegel habló sobre la dialéctica entre lo general y lo particular y el conocimiento se produce + en espiral desde lo particular a lo específico a lo general


El profesor trata de enfocar la sociedad del conocimiento desde la perspectiva de la epistemología social.

Epistemología es Teoría del conocimiento. Proceso del pensamiento, para ello se requiere un enunciado lógico elemental pero este está afectado por:

  • Solipsismo, es decir, trasladar experiencias personales a lo público.
  • Indefinición ... de enunciados elementales que abren la puerta a la metafísica.
  • Refutabilidad, en el sentido de ser concluyentemente verificable y refutable, con lo cual también abre la puerta a la metafísica

Se siguen buscando verdades eternas universales, y no hay referente para fenómenos físicos.

domingo, 1 de noviembre de 2015

LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN DESDE UNA RE-LECTURA DEL PENSAMIENTO DE NICOLÁS DE CUSA.







Hay una estrecha relación entre las palabras ‘doctor’ e ‘investigar’. ‘Doctor’ proviene de la expresión latina ‘docere’, enseñar e, ‘investigar’, también de origen latino era ‘vestigium’ y denotaba ir en busca de una huella, un dato. Así pues, podemos decir que un doctor es alguien que enseña los resultados de una búsqueda de algo. Este algo puede estar relacionado con la verdad o falsedad, lo bueno o lo malo, el bien y el mal y lo bello y lo feo. Este algo, que tiene que ver con un dato, indica la búsqueda de un principio dentro de un contexto de limitación. Y de una limitación también se puede inferir una incapacidad para determinar cualquier cosa. Este es un aspecto a tener en consideración porque un docto es un ser que piensa en los límites, aleja los límites y/o determina los límites de nuestra propia ignorancia para cuestionarlos y romperlo, y crear así las condiciones de posibilidad de adquirir nuevos conocimientos.

Se reconoce que Nicolás de Cusa (1440/2011:100) con su obra De Docta Ignorancia ayudó a promover un movimiento intelectual que produjo una nueva manera de ver el mundo. Esto lo hizo dentro de un contexto determinado por la existencia, en primer lugar, de conflictos político-religiosos en el seno de la cristiandad y, en segundo lugar, por la amenaza creciente del imperio otomano sobre Europa. Este pensador alemán, según Cassirer (1927/1951), produjo una ruptura en el pensamiento escolástico en lo concerniente a la determinación del concepto de verdad objetiva al ahondar en el concepto de medida puesto que el conocer era un “simple caso particular de la función universal del medir” abriendo la posibilidad de establecer otros referentes que permitieran acceder al conocimiento. ¿Cómo pudo hacer eso? Koyré (1999) nos da una respuesta acerca de ello.
Según este pensador ruso-francés, el cusano negó la finitud del mundo y su clausura dentro de los muros de las esferas celestes sin afirmar la infinitud del universo. Él reservó a Dios el calificativo «infinito» e indicó que el universo era «interminado» (interminatum), es decir, carecía de “fronteras… [y] de precisión y de determinación estricta… [y] Por consiguiente, no [podía] ser objeto de conocimiento preciso y total, sino tan sólo de un conocimiento parcial y conjetural” (Ibíd.).
Este reconocimiento del carácter limitado de nuestro conocimiento, y por consiguiente, de la imposibilidad de construir una representación unívoca y objetiva del universo, fue lo que constituyó uno de los aspectos de la docta ignorantia que permitió  “transcender las limitaciones de nuestro pensamiento racional”. La manera como lo logra Nicolás de Cusa fue explicada por Cappelletti (Bravo, 1998). Este pensador argentino-venezolano expresó que “la idea cusana de la concidentia oppositorum” permitió la postulación de una nueva lógica “basada en el principio de contradicción”, debido a que como “entre el infinito (Dios) y finito (hombre)” no había proporción, se podía pensar adecuadamente lo infinito” pudiéndose demostrar no sólo que Dios es inaccesible, sino también que está en todo[1].
Reconocer esta limitación y pensar cómo sobrepasarla significó una ruptura y una apertura que llevó a la humanidad de un mundo cerrado a un universo infinito. Nicolás de Cusa escribiría otros libros. De ellos me interesa destacar “De Pace Fidei” (1453/1996). Este libro fue escrito bajo la influencia de la caída de Constantinopla. En esta obra el cusano trató de pensar una “paz perpetua” en las religiones “por un medio conveniente y conforme a la verdad” a partir de un criterio basado “una sola religión en la diversidad de los ritos”. Es una coincidencia que el estado de ansiedad que se vivió en el siglo XV sea similar al que estamos viviendo hoy en día, quizás de forma contraria, cuando el propio papa Francisco I alertó el hecho de que la humanidad está viviendo una nueva guerra mundial cuya naturaleza es civil, siguiendo los criterios de Agamben (2015), debido a que el principal antagonismo se presenta en el alcance de los límites entre lo público y lo privado[2]. Hablar de guerra nos coloca en el plano de la defensa y la seguridad y, consecuentemente, en la docta ignorantia en todo lo relativo a la seguridad de la nación. Por ello nos hemos establecido como objetivo general tratar de examinar los problemas onto-epistémicos acerca de la seguridad de la nación en Venezuela siguiendo la episteme usada por el pensador alemán del medioevo tardío. Para tal fin vamos, en primer lugar, a describir de qué manera saber es ignorar en lo concerniente a la seguridad de la nación, en segundo lugar, a analizar la incomprensibilidad de la seguridad de la nación en lo concerniente a la relación entre norma y ordenamiento y, en tercer lugar, examinar los problemas de los fundamentos metodológicos para reflexionar acerca de la seguridad de la nación.

1.- De qué manera saber es ignorar en lo concerniente a la seguridad de la nación.

La seguridad de la nación en Venezuela es un concepto que fue desarrollado durante el proceso constituyente para marcar una diferencia con relación a la doctrina de seguridad nacional que estuvo vigente hasta el año 1999. Según los constituyentistas la seguridad nacional fue el reflejo de la imposición de una forma de hacer política que creó las condiciones de posibilidad de considerar enemigos a una parte de la población venezolana por pensar y hacer de manera diferente. La seguridad de la nación, en cambio, fue el concepto que se produjo para dar consistencia a la nueva realidad política que se estaba constituyendo. El alcance del concepto de seguridad de la nación está establecido en el artículo 2° de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación[3]. Aquí comienzan los interrogantes. La Constitución Nacional y la Ley Orgánica de la Seguridad de la Nación constituyen, consecuentemente, el marco sobre el cual se puede determinar la verdad o falsedad, la bondad o la maldad, lo bueno o lo malo y lo bello y lo feo de un enunciado. La verdad o falsedad remiten a lo científico, la bondad o la maldad así como lo bueno o lo malo entre en el plano filosófico y lo bello y lo feo entran en el plano estético. Teniendo estos aspectos presentes, desde el punto de vista científico ¿podemos afirmar que el plano de referencia de la seguridad de la nación considera las variables necesarias para asegurar que no sea falsado desde una perspectiva poperiana?, ¿las causas que motivaron el paso del concepto de seguridad nacional a seguridad de la nación están presentes desde una perspectiva ontológica?, y consecuentemente ¿establecer nuevos límites, desechar los existentes o cambiar la visión epistémica que los establece y su fundamento ontológico, será posible? Desde la perspectiva filosófica ¿el concepto que va a anunciar el acontecimiento desde un enfoque constitucional o legal es consistente?, ¿es posible dar consistencia a un concepto normativo o constitucional a partir de un sistema de referencia dado? Con relación al lado estético de nuestro análisis, entendido éste desde una analítica de la facultad de juzgar teleológica que considera un concepto a partir de su idoneidad objetiva y material desde las causas y sus efectos, ¿una acción política puede ser considerada como producto de un arte o material para un arte de la política de otros posibles seres de la naturaleza?[4]
Con estas interrogantes lo que he buscado es indicar que el plano sobre el cual se sustenta la seguridad de la nación es endeble desde el punto de vista conceptual, cognoscitivo o estético y este plano es el asidero sobre el cual un docto va a enseñar sus hallazgos en términos de referencia, consistencia o sensibilidad. Por ello Nicolás de Cusa (1440/2011) en el capítulo primero de su docta ignorancia indica de qué manera saber es ignorar debido a que el saber exacto es incomprensible desde el mismo momento que un entendimiento limitado de las cosas indiferentemente de las causas que sean no puede dar cuenta de lo indeterminado y lo infinito. Con ello podemos ahora reflexionar acerca del alcance de esta incompresibilidad.

2.- La incomprensibilidad de la seguridad de la nación en lo concerniente a la relación entre norma y ordenamiento.

Entiendo por ordenamiento aquello que hace que los miembros de una comunidad política puedan, en sentido spinoziano, perseverar en su propia existencia adquiriendo mayores grados de perfección (Spinoza, 1677/1980)[5]. Y por norma, las reglas que permiten que ello sea posible. De aquí se deriva que una comunidad política bien ordenada es aquella, como ya he indicado en otras oportunidades, estructura política que permite a cada ser que conforma esa comunidad perseverar en su propia existencia de la forma más libre posible a fin de alcanzar una mayor perfección, es decir, es producir y autoproducirse en las mejores condiciones posibles y de la mejor manera deseable y un buen gobierno es aquel que sea más efectivo en el logro de ese propósito. La defensa, consecuentemente, es la protección contra algo que impida que se efectúe el buen ordenamiento (Blanco, 2013). Esta conceptualización plantea una serie de interrogantes y problemas sobre los cuales habría que reflexionar por los límites que en sí están subyacentes en el enunciado. Estos son: ¿Es posible pensar la seguridad de la nación en una comunidad que no está bien ordenada?, ¿qué significa buen ordenamiento y cómo éste puede ser producido?
Si se considera los escritos de Spinoza que, como se sabe, tuvieron en Machiavelli una importante influencia se evidencia que en el ordenamiento de una comunidad política hay una tensión entre los conceptos de seguridad y libertad. Esta tensión se evidencia en el hecho que el pensador neerlandés pasó de considerar la libertad y la seguridad desde una especie de liberalismo individualista a un comunalismo democrático a fin de garantizar la seguridad mediante un buen gobierno (Blanco, 2014). Teniendo presente lo antes indicado podemos indicar que el artículo 3° de la Constitución Nacional al establecer que el fin esencial del Estado es “la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad,…, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo…” se entiende que el Estado va a definir el desarrollo de cada persona y lo que es ‘prosperidad’ y ‘bienestar’ y la seguridad de la nación (artículo 2°) mediante planes y programas va a hacer ello posible y la defensa estará orientada a preservar ese estado de cosas. De esta situación se evidencian tres aspectos a tener en consideración para pensar desde el punto de vista teórico en los límites de la seguridad de la nación. En primer lugar, para el Estado es más importante la seguridad del orden, que se supone bueno, que la libertad de sus miembros, en segundo lugar, si los miembros no están seguros, ni prósperos ni en condiciones buenas y dignas no se está cumpliendo la constitución y no hay ordenamiento y, en tercer lugar, como el fin del Estado es su autoconservación va a hacer todo lo posible para preservarse a expensa de sus miembros, lo que implica a su vez la conflictivización de lo público y lo privado.
Como se puede observar, en este estado de cosas hay una tensión entre seguridad de la nación y libertad de los miembros que la conforman que hace incomprensible todo lo concerniente a la seguridad de la nación debido a que los límites que han sido impuesto por la norma y el ordenamiento no logra evitar que se repita aquello que se trató de corregir cuando se cambió la expresión de ‘seguridad nacional’ por ‘seguridad de la nación’. Ello obliga a considerar la esencia misma de lo que se entiende por buen ordenamiento desde una perspectiva originaria para pensar en la seguridad de la nación desde una perspectiva docta.

3.- Los problemas de los fundamentos metodológicos para reflexionar acerca de la seguridad de la nación.

Reflexionar acerca de lo que se entiende por buen ordenamiento desde una perspectiva originaria es considerar aquello que Agamben denominó anclaje ontológico desde un enfoque epistémico. El anclaje ontológico, según Agamben (2008), es una expresión que indica el fundamento a partir del cual se va a intentar dar cuenta de una realidad determinada.
De aquí se derivan otros problemas para abordar una investigación: ¿Cuál es el anclaje ontológico a usar para encarar cualquier tema relativo a la seguridad de la nación considerando los problemas abordados en los parágrafos anteriores?, ¿este anclaje va a estar basado en las ciencias del espíritu a partir de una aproximación genealógica o en las ciencias cognitivas por intermedio de una aproximación biológica centrada en el sistema neuronal o el código genético? Imagínense, seguir un camino nos coloca en el plano metafísico que conduce a determinar esencialmente la naturaleza de la seguridad de la nación desde la perspectiva de la conceptualización de ‘buen ordenamiento’ y en el plano científico que nos lleva a la construcción de modelos teóricos para aplicar la seguridad de la nación en un contexto determinado. Si se adopta el camino cognoscitivo se va a colocar límites a un problema metafísico como lo constituye la seguridad. Por ello es importante plantearse la pregunta: ¿Cuál es el fundamento en que descansa la seguridad de la nación? Una lectura detallada del artículo 2° de la ley antes indicada nos dice que esta es una sensación y un proceso basado en un modelo, pero si nos preguntamos qué es ‘seguridad’ y qué es ‘nación’ más allá de las respuestas que podamos encontrar está el hecho que pensar en la seguridad de la nación es pensar en los fundamentos que garanticen la existencia misma de la comunidad política no de un tipo particular de ordenamiento[6]. Por otra parte ¿Cuál va a ser el camino a seguir para pensar en los fundamentos y sus límites conceptuales? La episteme sobre la cual reflexionó el cusano se basaba en la semejanza. Esta episteme estaba caracterizada según Foucault (1968), en primer lugar, por la búsqueda del sentido para “sacar a la luz lo que se asemeja” y, en segundo lugar, por la determinación de “la ley de los signos” porque ello permitía “buscar las cosas semejantes”. Desde el siglo XVII esta, según este autor, comenzó a ser suplantada por la medida (rex extensa) y en el presente el mismo Foucault así como otros autores han tratado de construir los medios de salirse de esta visión del mundo fundamentada en la medida y que ha constituido el fundamento de la modernidad. Teniendo esto presente, ¿es posible medir la seguridad de la nación o algún aspecto de ella…?, ¿es posible pensar la seguridad de la nación a partir de una semejanza establecida por una realidad de nuestro pasado a apropiándose de un modelo foráneo?
Enfrentar estos interrogantes desde la perspectiva de Nicolás de Cusa es establecer la esencia de la docta ignorantia. Evadirse es aferrarse a los límites impuestos por un ordenamiento o autoimpuestos por una realidad incomprensible y no considerarlo es retornar a los supuestos que hicieron que el pensador alemán cuestionara a través de la obra comentada en los supuestos del conocimiento. ¿Cuáles eran estos supuestos? Un saber limitado por producirse en un mundo cerrado de acuerdo con los dictámenes de un poder trascendente que determinaba qué era verdadero o falso, bueno o malo y bello o feo, frente a una realidad que estaba cambiando. Nicolás de Cusa tuvo la audacia de no cuestionar estos límites y sin embargo crear las condiciones de posibilidad de que fuesen desbordados.

4.- Corolario.
La importancia de tomar al cusano como referencia, siguiendo a Cassirer, se debió, en primer lugar, a que este filósofo tuvo en Leonardo da Vinci y Albert Dürer unos herederos del pensar metódico que posibilitó una nueva manera de entender el mundo. Esta nueva forma de pensar, fundamentada en la asunción de la existencia de un sujeto cognoscente que unió la experiencia técnica manual con la actividad científica, fue seguida, según Rossi (1970) por indoctis artesanos y agricultores y posteriormente por filósofos y científicos. En segundo lugar, hubo, por una parte, una importante relación entre el filósofo alemán y el matemático P. Toscanelli, un personaje que mantuvo “unas relaciones de amistad y cooperación con Brunelleschi y Alberti” que simbolizaron el profundo movimiento de renovación que se produjo en Firenze en la segunda mitad del siglo XV, y, por la otra, una notable conexión entre el pensamiento del cusano y el máximo representante de la academia platónica de esa ciudad italiana, M. Ficino (Cassirer, 1927/1951). Todos estos personajes representativos de lo que se conoció como Renacimiento, según Huizinga (1927/1982), contribuyeron a generar un nuevo concepto de virtud antropocéntrica fundamentada en el hacer bien lo que se hiciese. Machiavelli, según Cassirer (1927/1951), fue otro de esos personajes.
Por ello, así como Nicolás de Cusa dio cuenta de sus propios límites para pensar en lo indeterminado y lo infinito en los prolegómenos de un movimiento cultural de alcance mundial como el Renacimiento, un docto en seguridad de la nación debe dar cuenta de sus propios límites para acceder a la realidad y crear las condiciones de posibilidad para proponer o producir algo digno de ser asegurado.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

AGAMBEN, G. (2015). Stasis. La guerra civile come paradigma político. Homo Sacer II, 2. Torino. Bollati Boringhieri. 83 p.

AGAMBEN, G. (2008). Signatura Rerum. Sobre el Método. Buenos Aires. (T.F. Costa y M. Ruvituso). Editora Adriana Hidalgo. 162 p.

ARENDT, H. (2003). Conferencias sobre la Filosofía Política de Kant. Buenos Aires. (T. C. Corral). Editorial Paidós. 272 p.

BLANCO, E. (2015). “Operación Escorpión II. Talasocracia vs. Epirocracia: ¿Las Dos Caras de la Guerra Civil Global?”. Caracas. [Documento en Línea]. Disponible: www.edgareblancocarrero.blogspot.com

BLANCO, E. (2013). “Acercamiento Filosófico hacia la Seguridad y la Defensa”. La Paz. [Documento en Línea]. Disponible: www.edgareblancocarrero.blogspot.com

BLANCO, E. (2014). “El Ser de la Guerra contra la Guerra”. Caracas. UCV-FHE. Documento inédito presentado para optar al título de Doctor en Filosofía. 68 p

BRAVO, F., PAVÁN, C., CAPPELLETTI, Á., LLUBERES, P., ASTORGA, O., GARBER, D. (1998). Ensayos para una Historia de la Filosofía. De los Presocráticos a Leibniz. Caracas FEHE-UCV. 495 P.

CASSIRER, E. (1927/1951). El Individuo y el Cosmos en la Filosofía del Renacimiento. Buenos Aires. (T.A. Bixio). Emecé editores. 147 p.

FOUCAULT, M. (1968). Las Palabras y las Cosas. Una Arqueología de las Ciencias Humanas. Buenos Aires. (T. R. Prost). Siglo XXI Editores. 378 p.

GONZÁLEZ, M. (2014). “Pensamiento Spinoziano: De la Seguridad de la Nación”. Caracas. UMBV. Revista Columnata N° 6. 203-218 pp

HARDT, M y NEGRI, A. (2000). Empire. Cambridge. Harvard University Press. Edición en castellano Barcelona. (T. A. Bixio). Ediciones Paidós Ibérica. 432 p.

HUIZINGA, J. (1927/1982). El Otoño de la Edad Media. 4º ed. Madrid (T. J. Gaos). Alianza Editorial. 468 p.

KANT, I. (1790/2005) Crítica del Juicio. (T. J. Rovira). Buenos Aires. Editorial Losada. 368 p.

KOYRÉ, A. (1999). Del Mundo Cerrado al Universo Infinito. 4° ed. Madrid. (T. C. Solis). Editorial Siglo XXI. 268 p.

NICOLAS de CUSA (1453/1996). La Paz de la Fe. Carta a Juan de Segovia. Pamplona. (T. V. Sanz). Cuadernos del Anuario Filosófico. 102 p.

NICOLÁS de CUSA (1440/2011). La Docta Ignorancia. Madrid (T. M. Fuentes) Editorial Aguilar. 129 p.

ROSSI, P. (1970). Los Filósofos y las Máquinas 1400-1700. 3° ed. Barcelona. (T. J. Carreras). Editorial Labor. 178 p.

SPINOZA, B. (1677/1980). Ética demostrada según el Orden Geométrico. Madrid. (T. V. Peña). Ediciones Orbis. 269 p.



[1] En este sentido, Hardt y Negri (2000) expresaron que este filósofo alemán demostró la coherencia de un nuevo saber ontológico inmanente basado en la “afirmación de los poderes de este mundo” al manifestar que “la especulación es un movimiento del intelecto del quia est al quid est; y puesto que el quid est está infinitamente alejado del quia est, tal movimiento nunca concluye porque su movimiento no genera fatiga, sino que produce luz y calor”.
[2] Sobre la naturaliza de la guerra global actual, ver: Blanco (2015).
[3] Decreto N° 1473, G. O. E. N° 6156 del 19NOV2014
[4] Ver al respecto: Kant (1790/2005) y Arendt (2003).
[5] Sobre la relación del pensamiento de Spinoza y la seguridad de la nación, ver también: González (2014).
[6] Ver al respecto: Blanco (2013).

viernes, 2 de octubre de 2015

OPERACIÓN ESCORPIÓN II. TALASOCRACIA VS. EPIROCRACIA: ¿LAS DOS CARAS DE LA GUERRA CIVIL GLOBAL?


Reflexión acerca de Venezuela y Cuba y la crisis de los misiles de 1962 en una visión prospectiva




Koselleck (2006) ha expresado en su Begriffsgeschichten que la historia de la guerra ha orbitado entre la guerra civil y la guerra interestatal usando como plano de referencia Las Guerras del Peloponeso. Este enfrentamiento ha sido considerado, para este autor, como paradigmático en dos sentidos: por una parte ha sido referente para explicar la guerra civil inglesa en el siglo XVII como ha sido el caso de Hobbes[1] y, consecuentemente, Agamben (2015) para  explicar que el estado de guerra actual es una guerra civil global[2]. Por otra parte, ha sido usado para explicar desde una perspectiva geoestratégica, sobre todo a lo largo del siglo XX, el enfrentamiento entre potencias continentales epirocráticas y potencias marítimas talasocráticas como fue el caso del enfrentamiento anglo-francés entre los siglos XVIII y XIX, anglo-alemán a principios del siglo XX, y soviético-estadounidense en el período que se denominó la Guerra Fría y en el período que se ha iniciado en fecha reciente a propósito del estallido de la crisis en Ucrania. Esta doble perspectiva paradigmática de la guerra que conmocionó los cimientos de la Grecia antigua, tal como la ha indicado Tucidides, permite examinar el papel de una epirocracia en operaciones de ultramar frente a una talasocracia en el pasado y en el presente tomando como referente el ensayo denominadoVictoria Soviética sin Poder Marítimo en Cuba” que analiza la crisis de los mísiles en Cuba en el año 1962 y el ensayo denominado “Implicaciones estratégicas de la diplomacia naval rusa en Venezuela” que hace una evaluación de las actuales potencialidades rusas en el mar luego que sus buques comenzaran a surcar de nuevo el ancho mar, con el fin de comprender la naturaleza de la guerra civil global según Koselleck, Agamben y otros autores[3]. No obstante, antes de establecer el derrotero de este estudio vamos a hacer una sucinta descripción de qué fue, por qué se desencadenó, cómo se manifestó las Guerras del Peloponeso y el resultado final del mismo.



Según Tucidides (423 a.C./1984), las Guerras del Peloponeso fueron un conjunto de enfrentamientos que se produjeron entre Atenas y la denominada Liga de Delos y Esparta y la liga del Peloponeso. Estos enfrentamientos se extendieron por alrededor de 28 años. Según este estratego ateniense la guerra se desencadenó por el temor de Esparta de que la potencia ateniense de acrecentara de una manera tal que convirtiese a todo el mundo griego como sus súbditos (Ibíd.). La guerra fue una guerra civil caracterizada, según Agamben (2015), por la tendencia ateniense de hacer que la esfera privada subsumiese la esfera pública, materializada en el desarrollo de la oikonomos (economía en sentido moderno) como medio para incrementar el bienestar individual y el esfuerzo espartano por re-politizar lo público de modo que fuese posible mantener el carácter público de la (o las) polis griegas frente a amenazas provenientes de territorios extranjeros[4]. Popper planteó que la citada guerra fue una lucha de clases (2006:199). Esta lucha de clases se planteó mayormente entre un partido oligárquico (espartano) reacio al cambio y un partido democrático (ateniense) en expansión política impulsada por el bienestar económico. El uso de la palabra ‘mayormente’ obedece a que no fue un enfrentamiento puro. Popper (2006) destacó que en Atenas y en todas las demás polis dominadas por los atenienses hubo un partido oligárquico que se resistió a la política expansionista de los demócratas y favoreció a Esparta así como en la Liga peloponesiaca hubo un partido democrático que conspiró contra los lacedemonios[5].



Así pues, podemos indicar que la guerra se desencadenó por una percepción de debilidad espartana que debía ser corregida antes de que fuese demasiado tarde. El momento que consideraron los espartanos para ello se produjo con la revolución de Corcira y la consecuente guerra civil que se desencadenó para reinstaurar un gobierno oligárquico[6]. Este intento, según Tucidides (Op. Cit.), produjo una conmoción en el mundo griego debido a que en todas las ciudades los jefes de los partidos oligárquicos y democráticos apelaron a la sabiduría de la nobleza, en el caso de los primeros, y a la igualdad constitucional, en el caso de los segundos, para lograr su propósito político. En este contexto, continúa afirmando



“… recurrieron a todos los medios imaginables, cometiendo los crímenes más atroces… Imperaba la muerte con sus caras infinitas… Esta espiral atroz de la lucha civil [revolución] dio nacimiento a toda suerte de delitos [en todo el universo griego]… en todas partes reinaba la actitud del más pérfido antagonismo. No había… ninguna palabra ni juramento, por sagrados o terribles que fuesen [que fuese seguido o respetado]… De los que todos estaban persuadidos por igual… era de que nada se hallaba a salvo” (Ibíd.).

  

Se reconoce que generalmente la guerra tuvo tres períodos: el primero conocido como Arquidámico, el segundo que comprende la expedición de Siracusa hasta la recuperación ateniense en la batalla naval de Cicico y el último período que comienza con la victoria naval ateniense de Arginusa hasta su rendición después de haber sufrido una derrota catastrófica en Egospotamos.



Si bien, esta guerra es rica en situaciones que pueden ser meritoria de profundos análisis desde el punto de vista naval nos interesa destacar de la primera fase los combates de Anfipolis y Pilo por la relación tierra-mar y su importancia para el esfuerzo de la guerra, de la segunda fase la batalla de Siracusa por sus consecuencias político-estratégicas y de la tercera fase las batallas de Cicico, Arginusa y Egospotamos por sus efectos políticos.



La primera fase de la guerra se desarrolló desde la perspectiva espartana como un ataque terrestre directo a la metrópolis ateniense y acciones indirectas realizadas por mar por parte Atenas de modo que se produjo un estancamiento que postergó la decisión con el agravante que la peste desencadenada en Atenas limitó sus acciones defensivas así como las acciones ofensivas espartanas para evitar el contagio. Este estancamiento obligó a los atenienses a atacar las fuentes del poder económico espartano y a su vez a los espartanos a hacer lo mismo con los atenienses. Este fue el marco de Pilo y Anfipolis. La pérdida de Pilo por parte de los espartanos y de Anfipolis por parte de los atenienses los obligó a negociar y retornar al statu quo anterior al estallido de la guerra. Este retorno, fue interpretado como una victoria ateniense (Ibíd.).



La segunda fase de la guerra se enfocó en la realización de una campaña naval ateniense para extender su poder al oeste del mar Mediterráneo. El obstáculo para lograr su objetivo lo representó Siracusa (Ibíd.). Como esta polis logró resistir los asaltos iniciales de las fuerzas atenienses comenzó a recibir ayuda de forma extensiva por parte de los espartanos con el propósito de destruir la confianza sobre la cual descansaba el poder ateniense, es decir, su flota. En este caso las líneas logísticas de los atenienses se extendieron de forma significativa como le sucedió a Napoleón y Hitler en Rusia por lo que se le hizo difícil recibir refuerzos de forma sostenida resultando en una derrota catastrófica. Este hecho desencadenó una crisis política en Atenas que no fue suficientemente aprovechada por los espartanos generando el escenario que conduciría a la batalla de Cicico.



La tercera fase de la guerra se inició con la victoria naval ateniense en Cicico y finalizó con el sitio de Atenas después de la catástrofe naval de Egospotamos. Cicico fue un punto de inflexión en la guerra porque colocó de nuevo la balanza en una posición de equilibrio entre la epirocracia y la talasocracia luego que los atenienses produjeron una derrota catastrófica a los espartanos, pero la crisis política ateniense que hizo que cayera, por un relativamente breve período, la democracia no estuvo dispuesta a retornar al statu quo del inicio de la guerra a pesar de los esfuerzos espartanos y ello creo las condiciones de posibilidad para que Esparta recibiera ayuda persa a fin de reconstituir su flota. Los atenienses lograrían derrotar de nuevo a la flota espartana en Arginusa, sin embargo, como no pudieron destruir toda la flota espartana como en Cicico se produjo una nueva crisis política que significó la ejecución de los estrategos navales más competentes para defender Atenas. Por lo que se puede afirmar que las derrotas navales espartanas no destruyeron su confianza ni la fuente de su poder, en cambio las derrotas navales atenienses sí. Con este escenario, los espartanos decidieron atacar las fuentes de suministros atenienses y estos últimos se vieron en la necesidad de movilizar su flota sin sus jefes experimentados. La resultante fue el desastre naval de Egospotamos y la rendición de Atenas después de un año de sitio (Kinder y Hilgemann, 1988).



Un año después de la victoria espartana, esta polis cayó derrotada por los tebanos y posteriormente Filipo de Macedonia unificó todo el mundo griego iniciando una nueva era que se conoció como período helénico. A pesar de esta afirmación Popper expresó de forma categórica que la democracia pudo reconstituirse en Atenas demostrando que esta forma de gobierno poseía “una fuerza superior” a pesar de las pruebas a que había sido sometida debido a que como sociedad abierta, fue capaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes, no así Esparta que sucumbiría a las corrientes del cambio histórico. Por ello agregó que



“El remedio no reside en la detención de las transformaciones políticas, pues esa no puede procurarnos la felicidad… cuando más tratemos de regresar a la heroica edad del tribalismo, tanto mayor será la seguridad de arribar a la Inquisición, a la Policía Secreta y al gangsterismo idealizado” (2006:216).



Con este marco histórico, a fin de determinar la naturaleza y alcance de la guerra civil global por intermedio del enfrentamiento entre una talasocracia y una epirocracia, vamos a contextualizar, en primer lugar, el enfrentamiento iniciado en el año 1945 entre Estados Unidos y la Unión Soviética usando como referente las Guerras del Peloponeso, en segundo lugar, vamos a analizar los encuentros navales que tuvieron ambos países, en tercer lugar, vamos a interpretar cómo Rusia ha asimilado las enseñanzas de los reveses del pasado y en cuarto lugar, vamos examinar cómo se están presentando otros antagonismos al margen de la relación tierra-mar. El esquema a seguir es el siguiente:



  • La Guerra Fría a la luz de las guerras del Peloponeso.
  • Los enfrentamientos navales de la Guerra Fría.
  • Las lecciones aprendidas por parte de Rusia en el campo naval.
  • Los antagonismos que han surgido dentro del marco de la relación recíproca mar-tierra.



Por último, hay que tener presente que si bien, no se ha hecho mención al espacio aéreo y el espacio electromagnético, el hecho que en estos espacios el hombre sólo puede estar usando al efecto plataformas adecuadas a tal fin, vamos a incluir estos en los espacios marítimos (como espacios abstractos) y terrestres  por la capacidad de proyección estratégica (Blanco, 2010). El espacio ultraterrestre será considerado de manera especial por el advenimiento de lo que se han dado en denominar armas cinéticas ya que ha convertido a ese espacio en un espacio de proyección[7]. El propósito final de este estudio es determinar el alcance del antagonismo civil global planteado en los términos antes indicados para avizorar la potencial presencia de otros antagonismos.



         1.-     La Guerra Fría a la luz de las guerras del Peloponeso.



         Hablar de la Guerra Fría como el enfrentamiento de una epirocracia contra una talasocracia se agota con el fin de la citada guerra. La Guerra Fría fue un enfrentamiento que se inició para algunos autores con la Conferencia de Potsdam en 1945 y para otros con la reticencia soviética de retirarse de Irán o el bloqueo de Berlín y termina con la conferencia de Malta en el año 1991. Esta confrontación se manifestó en su mayor parte como guerras civiles y de liberación alrededor del mundo. Pero si se considera este enfrentamiento como el de una epirocracia y una talasocracia de forma pura, las indicaciones de Irak, la prolongación de la guerra en Afganistán y la desmembración Georgia y Ucrania, por citar sólo estos ejemplos, indican que la guerra civil global ha entrado en una nueva fase. Así pues, si hacemos un cuadro comparativo de las fases de las Guerras del Peloponeso con la guerra civil global tenemos lo siguiente:




Atenas vs Esparta
Estados Unidos vs. Rusia
Espacio/tiempo
Comprimido /dilatado
Dilatado / dilatado
Primera fase
·      Asedio de Atenas
·      Batalla de Pilo
·      Batalla de Anfipolis
·     Guerra de Corea
·     Crisis de los misiles en Cuba
·     Guerra de Vietnam.
·     Invasión de Afganistán por parte de la URSS.
·     Guerra de Angola
·     Desintegración de la URSS.
Segunda fase

·     Somalia/Irak
·     Chechenia.
·     Activación de la 4° Flota.
·     Irak/Afganistán/Georgia/Libia/Siria.
·     Ucrania.
Siracusa
¿?
Tercera fase
Cicico / Arginusa
Egospotamos
¿?



         Este cuadro como se presenta abre la posibilidad de una polémica en virtud de que estamos hablando de un enfrentamiento que no ha terminado. La clave de esta afirmación nos las ha dado Fernández Bolívar (1963/2009) y sus Principios matemáticos históricos…. Este autor ha asociado el concepto de catástrofe al de derrota militar. La derrota militar catastrófica es un cambio súbito y más o menos repentino de las circunstancias político-estratégicas que puede indicar el fin de una confrontación. Con este criterio podemos afirmar que Siracusa produjo un cambio de circunstancias como lo produjo la batalla de Salamina con respecto a las guerras médicas anteriores a las Guerras del Peloponeso, la batalla del Estrecho de Los Santos según Mahan en relación al enfrentamiento franco-inglés dentro del marco de la guerra de independencia estadounidense o la batalla naval de Tsushima en relación con la guerra ruso-japonesa porque los derrotados (persas, franceses, y rusos respectivamente) perdieron una importante capacidad de proyección estratégica. Con este criterio, en la primera fase de la Guerra Civil Global conocida como la Guerra Fría no ocurrió una catástrofe militar, sino una serie de triunfos parciales que la dinámica de las circunstancias diluyó en otro tipo de acontecimientos. La caída del muro de Berlín, la desintegración del Pacto de Varsovia así como la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) pueden ser entendidas como catastróficas.



         En la primera fase de la guerra, como se puede observar del cuadro anterior ni los estadounidenses y ni los rusos atacaron las bases económicas de su poder debido a que ambos países poseen recursos Ilimitados. Lo que hicieron fue atacar las bases de producción de subjetividad cuya consecuencia es minar la confianza[8]. Los rusos por intermedio de la ideología en aquellos lugares donde aún había resistencia a EE.UU. y Occidente, y los estadounidenses (y Occidente) al intentar (con éxito) de introducirse en el medio de la forma en cómo lograban satisfacer sus necesidades los países que se encontraban en la esfera soviética. Así pues, si se observan los hechos más relevantes de la Guerra Fría que indicamos en el cuadro anterior, se evidencia que estos fueron periféricos y no comparables con las principales acciones desarrolladas por los atenienses y espartanos en la fase arquidámica a no ser que se consideren desde la perspectiva de la producción de subjetividad. Así pues la guerra de Corea afectó la confianza en el orden impuesto en San Francisco como consecuencia del fin de la Segunda Guerra Mundial y se materializó en la Organización de las Naciones Unidas. El quiebre de la confianza afecto el sistema de creencias de una parte de la humanidad creando las condiciones de posibilidad para que surgiera una tercera opción conocida como el movimiento de los no alineados. La crisis de los misiles en Cuba, además de hacer que el riesgo de una nueva guerra mundial fuese real hizo que a la pérdida de la confianza se uniera una relación oscilante de miedo y terror que hizo además que la confrontación entre talasocracia y epirocracia se mantuviera de forma indirecta como aconteció en Vietnam, Angola y Afganistán y se extendiera a otros planos del quehacer político (económico, diplomático, comunicacional, psicológico, etc.).  



Si bien, puede entenderse la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como una catástrofe, la realidad es que ocho años después Rusia, en primer lugar, impidió el colapso de Serbia en la guerra por Kosovo y ese hecho ha colocado esa área de los Balcanes como una zona de tensión donde en cualquier momento se puede desencadenar un conflicto, en segundo lugar, ha sometido a los separatistas chechenos, en tercer lugar, ha logrado establecer estrechas relaciones con Suramérica dentro de un cambio hacia la izquierda iniciado en Venezuela desde el año 1999 y, en cuarto lugar, ha recuperado su esfera de influencia en Asia central. Aquí puede afirmarse que la disolución del Pacto de Varsovia es equiparable con el giro a la izquierda de gran parte de Suramérica entre 1998 hasta la activación de la 4° Flota estadounidense (2008)[9] y la concreción de la denominada Alianza del Pacífico (2011)[10]. Ambas han marcado el límite de avance de la izquierda en el continente. 



El momento de inicio de la nueva fase de la guerra que han enfrentado a una epirocracia (Rusia) con una talasocracia (EE.UU) se produjo con la crisis en Georgia en el año 2008 y se ha intensificado con las crisis en Siria e Ucrania. En Siria, después de la situación que casi lleva a una guerra entre Rusia y EE.UU, ambos países combaten a las fuerzas islamistas del Estado islámico[11]. En Ucrania, la recuperación de la península de Crimea por parte de Rusia y la acción de los separatistas ucranianos pro-rusos le han dado a la guerra civil global una nueva dimensión. Como se puede observar, así como la epirocracia y la talasocracia se apoyan mutuamente en Siria frente al denominado Estado islámico (EI) se enfrentan en Ucrania. Este es un indicador de la complejidad de la Guerra Civil Global actual que hasta el presente ningún país ha reconocido de forma abierta con la excepción del vaticano en la persona del Papa Francisco I. Esta complejidad se agrava por las acciones emprendidas por Turquía contra las fuerzas kurdas que luchan contra el EI, el caos político en Libia y el enfrentamiento indirecto iranio-estadounidense en Yemen a pesar de que ambos países se apoyan frente al EI en Irak.



         La guerra civil ucraniana, muestra el interés ruso en recuperar o no perder espacios políticos de influencia y la guerra civil siria, la insurgencia kurda y la inestabilidad en Irak y Afganistán son los indicadores que muestran el interés de Occidente y en especial de Estados Unidos de modificar el mapa del Cercano y Medio Oriente. Veamos un poco qué ello significa.



En relación con Rusia, la crisis ucraniana se ha manifestado como un enfrentamiento este-oeste pero que en la práctica se ha presentado como un enfrentamiento que tiene un eje norte-sur que recuerda la Gran Guerra del Norte librada entre Suecia y Rusia a inicios del siglo XVIII y significó la decadencia sueca. El sur ha tenido como escenario el mar Negro y el norte el círculo polar Ártico. La gramática de confrontación se ha presentado mediante la diplomacia naval y si se quiere aeronáutica en muy baja intensidad. Con respecto a Siria y, en general el nivel de inestabilidad que ha alcanzado el Cercano Oriente[12], tiene sus orígenes con la disolución del imperio Otomano en el año 1918. Después de ese año se crearon un conjunto de entidades políticas, si se quiere artificiales (a imagen y semejanza de Occidente), que no han satisfecho las necesidades de la población. Pero dado el carácter estratégico de la región dirigentes políticos de Occidente han tratado de redibujar su mapa para satisfacer sus intereses. Aquí se observan dos tendencias: una la de conformar un EI árabe rodeado de un conjunto de Estados menores de acuerdo con el pensamiento de T. H. Lawrence (Ashbrook, 2013) y la otra que sigue los criterios del departamento de Estado estadounidense y el Foreign Office británico que apunta a la creación de un nuevos Estados siguiendo, más o menos, los criterios westfalianos de la libre determinación de los pueblos, según Nazemroaya (2006), para obtener ventajas en la región. Ambos casos suponen una alteración del statu quo en perjuicio de todos los Estados de la región incluyendo Turquía. A continuación se muestran unos mapas indicativos de los proyectos de reordenamiento del Cercano Oriente



La guerra contra el EI, un movimiento antiwestfaliano surgido a raíz de la serie de eventos acaecidos en la región desde la segunda Guerra del Golfo, comparado con las Guerras del Peloponeso plantea la diferencia que en el pasado no apareció un tercero que se opusiera entre los contendientes a la guerra en un esfuerzo en común[13]. En este sentido, Agamben (2015) indicó que la no asunción de un partido significaba la exclusión política. Formar parte de un partido, en caso de derrota, suponía el perdón como aconteció con Atenas después de ser derrotada por Esparta. En la actualidad, en la fase de la guerra en que nos encontramos eso todavía no está planteado, pero si se considera la interpretación que hacen Hardt y Negri (2004) de la Guerra de los Treinta Años pareciera existir un tercero que se opone a la citada guerra como un movimiento anti-Estado que más allá del perdón, lo que persigue es la destrucción del orden existente. Por ello es que en Venezuela y la máquina de guerra islámica (Blanco, 2014b) afirmamos que en la actual confrontación global hay tres movimientos anti-Estados, uno conformado por el Foro de São Paulo, el otro conformado el EI en todas sus manifestaciones y el otro por grandes empresas transnacionales que han adquirido la capacidad de hacer la guerra y operan más allá de los Estados usando al efecto los otros movimientos anti-Estado.



Si entendemos la conclusión hecha por Aron (1989) acerca de la tendencia a la bipolaridad en las relaciones internacionales siguiendo la guerra griega narrada por Tucidides, esta bipolaridad supone la exclusión de terceros. De ahí la exclusión indicada por Agamben (2015), pero entendida como la no aceptación de otra opción en la guerra. La campaña de Noruega en 1940 es un ejemplo de ello. La campaña se inició por la invasión simultánea de británicos y alemanes y el esfuerzo noruego de expulsar a los invasores: duelo de tres. Después los noruegos se unieron a los primeros para combatir a los alemanes, duelo. Lo que no ha sucedido es que un tercero saque a los invasores o usando el ejemplo noruego que este país haya logrado expulsar a los dos invasores... Esto nos coloca en el tema de la neutralidad. Según reconocidos autores, el derecho de la guerra ha existido para regular esta frente a terceros estados. Con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se acabó la neutralidad para los países que han decidido formar parte. El no cumplimiento de lo estipulado por alguno de los Estados puede desembocar en guerra civil dentro de la esfera de la ONU. De ahí se ratifica la existencia de una Guerra Civil Global desde otro ángulo si se observa el enfrentamiento de la epirocracia y la talasocracia. Pero los estados no son entidades monolíticas. Por ello la guerra civil dentro de los Estados ha sido expresión de la ruptura que se produjo en la ONU otorgándole a esta un carácter global. La manifestación de esta guerra fue, en primer lugar, la liberación de los grandes imperios coloniales y, en segundo lugar, la subversión en aquellos espacios estrechamente relacionados con los principales antagonistas.



Ahora bien, si volvemos a examinar la primera y segunda fase de la Guerra Civil Global nos encontramos que la otra cara de la guerra, es decir, la vertiente marítima sólo se presentó con gran intensidad con la crisis de los misiles en Cuba bajo la figura de diplomacia naval coercitiva. Este hecho nos obliga a examinar los enfrentamientos navales durante la guerra fría con espacial atención a la crisis cubana para determinar los riesgos de ocurrencia de una situación similar como se presentó en Siria en el año 2013.



2.-     Los enfrentamientos navales de la Guerra Fría.



         Entre 1945 y 1991 la Guerra Fría en el mar se manifestó como una diplomacia naval coercitiva en su mayor parte. Las grandes acciones navales estuvieron representadas por el desembarco de Inchon en la Guerra de Corea, el apoyo naval a tierra durante la Guerra de Vietnam y una serie de encuentros menores enmarcados en eso que los estadounidenses llaman acciones reivindicativas. La excepción la constituye la Crisis de los misiles en Cuba que colocó a la epirocracia y la talasocracia frente a una confrontación directa de alcance global.



         En tema de conversación planteado por el Grupo Versalles en una mañana caraqueña nos topamos con un sugerente ensayo titulado “Victoria Soviética sin Poder Marítimo en Cuba”. En esa conversación se indicó que sesenta y tres años después de ese acontecimiento "la burocratización inmediata del poder militar de Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial; y su fracaso de mantener influencia en el continente [dentro del marco de la Alianza para el progreso], [facilitó la entrega de] Cuba al dominio comunista, con reales consecuencias hasta el presente”. A esta afirmación respondí que Corbett, en esta situación localizada, le daba crédito a la acción soviética, pero si seguimos la línea de argumentación que hemos llevado en este ensayo la crisis cubana fue un acontecimiento dentro de una cadena de eventos acaecidas desde que comenzó la Guerra Civil Global con lo cual podemos afirmar de suyo que esa victoria soviética ha tenido el mismo peso que tuvieron las campañas de Noruega y de Creta realizadas por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial frente al Reino Unido. De las discusiones hechas en el grupo hay que agregar el papel jugado por el Almirante Sergéi Geórgievich Gorshkov en el desarrollo de la armada soviética después de la citada crisis, no obstante, se puede extraer como tema de análisis lo siguiente: la crisis en sí y sus consecuencias.



         Sobre la crisis en sí se puede afirmar, siguiendo a Carles Pamies (2015) que esta se inició por el interés soviético de establecer un equilibrio estratégico frente a EE.UU. aprovechando la oportunidad dada por el fracaso de activistas cubanos con apoyo estadounidense de invadir Cuba y derrocar el régimen castrista. A tal efecto se instrumentó la “Operación Añadyr” que consistió, citando el mismo documento Victoria Soviética…, en el despliegue en Cuba de



“… 24 plataformas de lanzamiento, 42 cohetes R-12, unas 45 ojivas nucleares, 42 bombarderos Ilyushin Il-28, un regimiento de aviones de caza que incluía a 40 aeronaves MiG-21, dos divisiones de defensa antiaérea soviéticas, cuatro regimientos de infantería mecanizada, y otras unidades militares, alcanzando a unos 47.000 soldados en total…”[14].



Esta operación además contemplaba el establecimiento de una base para submarinos en Cienfuegos. Como se sabe, la URSS no estaba en condiciones, desde el punto de vista naval, de enfrentar a EE.UU.; desde la perspectiva nuclear los europeos estaban en desventaja, de ahí la decisión de implantar un sistema balístico intermedio en la isla caribeña, pero la incapacidad de los servicios de inteligencia estadounidense de descubrir las intenciones soviéticas o de plantearse la posibilidad de una acción de semejante naturaleza supuso una oportunidad para actuar decididamente con importantes consecuencias políticas.   



         Como se sabe, Venezuela junto con Argentina y República Dominicana participaron en las operaciones desarrolladas por EE.UU. dentro de una fuerza combinada internacional para impedir que por mar llegaran más pertrechos a Cuba. Sobre este tema Maita (2015) desarrolló una tesis denominada  “Los destructores de la clase Nueva Esparta” donde reseña la participación del destructor ARV “Zulia” y ARV “Nueva Esparta” en la citada crisis. Según Maita, los buques venezolanos operaron en el espacio de mar adyacente a las Antillas menores entre los pasos interoceánico ubicados alrededor de Grenada y que hoy corresponde a nuestra Zona Económica Exclusiva y realizaron un total de 71 “observaciones” de buques que transitaron por el área (Ibíd.:122).   



         En relación con las consecuencias, esta crisis culminó con un compromiso “de EE.UU., de no invadir Cuba, retirar los misiles estadounidenses de Turquía, crear una línea de comunicación directa entre Washington DC y Moscú a través del teléfono rojo”. Pero este resultado, que en el documento Victoria Soviética… es señalado como una victoria a pesar de que generalmente se reconoce como una victoria estadounidense debido a que los misiles en Turquía iban a ser retirado debido a el desarrollo de vectores de mayor alcance lanzados desde submarinos estadounidense, se pueden destacar dos hechos a tener en consideración: una relacionada con Cuba y la otra con la URSS. El régimen cubano logró supervivir, como ya indicamos, gracias a un acuerdo soviético-estadounidense. Cuba hizo fermentar la guerra civil en Suramérica después de la crisis de los misiles bajo la creencia que se podía reproducir la experiencia isleña, pero con la excepción de Colombia, cuyo conflicto civil se inició mucho antes de la instauración del régimen castrista y de Chile, que a pesar de caer en la esfera castrista, logró revertir la situación implantando una férrea dictadura de derecha, fueron derrotados de forma contundente especialmente en Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil y Venezuela[15]. En Perú hubo que esperar a que se concretara el colapso soviético. La regresión que permitió posteriormente la entrada en la región de la influencia cubana se produjo, en primer lugar, por la crisis de la democracia representativa que ha afectado a todo Occidente y en especial a Iberoamérica y, en segundo lugar, al interés de Occidente de implantar, bajo este esquema de representación, un modelo económico que generaba más desequilibrios sociales en la región. Por ello, es que se puede afirmar que a la disolución del pacto de Varsovia siguió la pérdida de influencia de EE.UU en Iberoamérica espacio que lograron llenar, de forma notoria, Cuba, Rusia, China e Irán. En la actualidad, Cuba se encuentra en un proceso de entendimiento con EE.UU aunque lucha por mantener su influencia sobre el régimen venezolano. Rusia se ha focalizado en sus espacios de interés adyacentes en Siria, Ucrania y el Ártico, China enfrenta un proceso de desaceleración de su crecimiento económico e Irán se encuentra en un proceso de entendimiento con EE.UU. aunque se enfrentan indirectamente en Yemen.



         En relación con la URSS, la crisis cubana le enseñó que la única manera de enfrentar a EE.UU con su misma gramática era desarrollando su poder naval y nuclear. Por lo demás, tal como se hizo patente en las discusiones realizadas dentro del grupo Versalles, el líder soviético Nikita Jrushchov, quien dirigió la crisis sería depuesto de su cargo dos años después por el Comité Central del Partido por sus desaciertos en política exterior (Kinder y Hilgemann, 1988)[16]. Gorshkov, según Huckabey, (2014), logró en este sentido capitalizar las debilidades soviéticas en la crisis cubana e impulsó el desarrollo del poder naval de su país. El crecimiento de su poder naval y su poder nuclear en una década fue espectacular, pero ello significó dedicar más del 10 % de su PIB en gastos de defensa lo cual supuso un agotamiento de su modelo económico y su posterior colapso cuando tuvo que enfrentar la carrera armamentista que impuso EE.UU. en la década de los años ochenta del siglo XX[17]. Sobre este proceso nos vamos a dedicar a continuación.



         3.-     Las Lecciones aprendidas por parte de Rusia en el campo naval.



         La carrera por la supremacía marítima comenzó en los astilleros navales de la epirocracia y la talasocracia luego de la crisis cubana. Como se sabe, la URSS fue derrotada. En el ensayo Implicaciones Estratégicas de la Diplomacia naval Rusa en Venezuela (Blanco, 2013b) se hizo un examen de cómo los rusos asimilaron esta derrota y cómo han actuado a partir de sus enseñanzas. Se puede afirmar que Rusia salió nuevamente al mar a mediados de la primera década del siglo XXI. La figura ha sido la de la diplomacia naval, pero por si sola no está en capacidad de desafiar al poder naval estadounidense por lo que su papel corresponde en la actualidad al usado, en el pasado, por Francia frente al Reino Unido, es decir, la estrategia del fleet in being a fin de usar sus medios navales como medio de negociación en crisis internacionales como ya lo vimos en Siria. Este hecho nos coloca frente a la necesidad de examinar, siguiendo con nuestra línea discursiva, el enfrentamiento entre la epirocracia rusa frente a la talasocracia estadounidense, teniendo como marco referencial las Guerras del Peloponeso.



         En el cuadro mostrado en el parágrafo 1, colocamos en signo de interrogación un acontecimiento semejante a Siracusa porque éste no ha ocurrido. La semejanza en este caso está dada por el hecho catastrófico en sí indiferentemente del quien pudiera ser derrotado. Un evento de esta naturaleza no ha ocurrido debido a que ambos saben que no están en condiciones de embarcarse en una campaña riesgosa dentro de un contexto signado por una fragilidad económica y por la ocurrencia de otros procesos políticos y sociales que han limitado la capacidad de acción de las entidades políticas enfrentadas. No obstante, están ocurriendo una serie de hechos que marcan unas tendencias en función de la presencia de potenciales situaciones conflictivas. Estos hechos son: la relación marítima chino-rusa, el desarrollo naval chino, hindú, japonés y vietnamita, la reducción de las capacidades de proyección naval de Occidente, en especial de España y el Reino Unido y la situación conflictiva presente en el mar de China y en la península coreana. El más notorio de estos acontecimientos es, según Singh (2015), la entente naval chino-rusa observada en ejercicios navales combinados en el océano Pacífico en el año 2014 y en el mar Negro y Mediterráneo en el año 2015, debido a que está cristalizando una coalición en el mar desde el punto de vista inter-operativo que nosotros creemos es similar a la espartano-siracusana. Por supuesto que su efectividad actual se presenta en el plano diplomático naval, pero, como en el caso de la epirocracia espartana, esta es capaz de soportar en el mar una derrota debido a que su mayor fortaleza está en tierra, el juego estratégico chino-ruso pareciera apuntar a fijar medios navales en las propias áreas de influencia de la talasocracia. Las áreas de potencial aplicación de la cooperación naval chino-rusa ya la indicamos previamente[18]. Estas son: en el Mar Caribe, en función del eje Nicaragua-Cuba-Venezuela, el Mar Mediterráneo debido a la situación en Siria, el Mar Negro en función de la crisis ucraniana, el círculo Polar Ártico, por recursos y el mar de China por recursos y soberanía en espacios marítimos. A continuación se muestra un gráfico ilustrativo de dichas áreas 



         Como se puede observar del gráfico, la coalición ruso-china pudiera operar desde una posición central desde la masa continental euroasiática. No así con respecto al Mar Caribe. El juego que estuviera planteado en la región, como ya indicamos, es obligar a Occidente a distraer recursos necesarios para mantener la presión estratégica en el resto de las áreas de confrontación. Mientras la guerra no escale, el papel chino-ruso va a ser similar al de fleet in being usado por los franceses entre los siglos XVIII y XX. Si escala, la costa occidental del océano Pacífico va a convertirse en la principal área de operaciones navales.



Una coalición epirocrática ruso-china basada en concepto de fleet in being plantea, en este sentido, una situación conflictiva en dos dimensiones: en una el antagonismo es simétrico desde el punto de vista cuantitativo haciendo que el conflicto se presente en el plano diplomático y, en otra, el antagonismo se presenta de manera asimétrica desde la perspectiva cualitativa en el plano cualitativo, en sí, y productivo. Cualitativo en relación a la calidad de los medios de combate de Occidente que les da cierta ventaja a su favor en lo concerniente a la relación precisión de las armas (talasocracia) capacidad de recibir castigo (epirocracia) y productivo en el sentido que la capacidad político-económica de Occidente está más condicionada por factores internos constituyendo ello una ventaja para la citada coalición en el sentido que puede producir medios de guerra con menos limitaciones en el sector interno. 



Más allá de lo hasta aquí indicado, se observa, como aconteció en las Guerras del Peloponeso que el territorio, con la excepción de las campañas dirigidas directamente contra Atenas, en el pasado, y en el presente contra Rusia, el espacio de maniobras lo constituyen los espacios marítimos y en general en aquellos donde el hombre sólo puede estar por intermedio de plataformas adecuadas a tal fin (Blanco, 2010), debido a que, en primer lugar, desde estos espacios es posible proyectar el poder de hacer daño sobre un territorio o un espacio específico y, en segundo lugar, posibilita la capacidad de elegir los medios a emplear dentro de un abanico de opciones estratégicas.



         Teniendo presente lo antes indicado, la posibilidad de una moderna Siracusa puede provenir por el cometimiento de un error de cálculo en el proceso de toma de decisiones o por la desestabilización de un área realizada de forma deliberada. Sobre el primer caso, se puede destacar, por una parte que China ha alertado a EE.UU. sobre el riesgo de involucrarse en el conflicto chino-japonés por las islas Senkaku pertenecientes a Japón y en el conflicto en el mar de China por las islas Spratley y Parecel entre Filipinas, Vietnam, Indonesia y China y, por la otra, el conflicto se ha presentado, de forma directa, entre la talasocracia y la epirocracia en el ámbito económico, financiero, comunicacional y diplomático. Así pues, la talasocracia se enfrenta, en primer lugar, a la epirocracia rusa en el mar Mediterráneo, en el Mar Negro y en el Ártico mediante demostraciones de fuerza militar-naval y, a la epirocracia china en los otros ámbitos del poder. Con respecto a la relación chino-estadounidense no se sabe hasta ahora si se han usado armas no convencionales como las armas cinéticas o la modificación climática aunque en relación con la primera se ha indicado que las recientes explosiones ocurridas en el puerto de contenedores de Taijing (Beijing), podría haber sido causada por una bomba de tungsteno en respuesta al hackeo por parte de China de sistemas de seguridad estadounidenses[19]. Con respecto a la desestabilización deliberada de áreas específicas vamos a tratar en el siguiente parágrafo.



         4.-     Los antagonismos que han surgido dentro del marco de la relación recíproca mar-tierra.



A raíz del cierre de la frontera con Colombia por parte de Venezuela, las deportaciones masiva de colombianos y del abandono del país de cerca de dos decenas de miles de extranjeros, el jefe de la clase dirigente venezolana ha planteado la necesidad de crear “una frontera de paz”. La causa de esta afirmación, según la dirigencia venezolana, es la acción emprendida por grupos oligárquicos materializada en el contrabando de extracción y la acción de grupos paramilitares colombianos en nuestro territorio sin mencionar que en la misma frontera operan varios frentes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Esta “frontera de paz” si se considera lo indicado en Venezuela y su Historicidad Marítima…, Blanco (2013b), la Operación Escorpión… (Blanco, 2014a) y Venezuela y la Máquina de Guerra islámica… (2014b), permiten señalar una serie de eventos que están acaeciendo para develar sus probables causas y unos patrones que pudieran indicar también una intención con consecuencias estratégicas.



En relación con la ocurrencia de eventos que se han presentado en el continente americano y tienen como foco a Cuba debido a la transición política que se vive en la isla es de destacar la relación que existe entre las conversaciones de paz realizadas en la Habana entre el gobierno y la guerrilla colombiana y el deterioro de la situación política en Venezuela producto del fracaso en implantar un nuevo modelo de desarrollo tal como ha reconocido el propio jefe del gobierno venezolano en fecha reciente. En días pasados, luego de la visita del papa Francisco I a la Habana y de los desencuentros colombo-venezolano que culminaron parcialmente con la reunión de Quito por el tema fronterizo se ha anunciado la posibilidad de concretar un acuerdo de paz que ponga fin a la guerra civil colombiana en seis meses y que la apertura de la frontera colombo-venezolana se podría realizar de forma progresiva teniendo como horizonte también seis meses. Que coincidencia! Hay tres aspectos a destacar: Primero, las elecciones legislativas venezolanas son dentro de dos meses, de gobernaciones dentro de un año y la clase dirigente se encuentra en desventaja. Segundo las elecciones presidenciales en Colombia son en el 2018, por lo que, operativamente cualquier acuerdo de paz luego de concretarse debe pasar por el congreso, el tribunal supremos de justicia colombiano y un referéndum aprobatorio antes de su hipotética instrumentación. Tercero, para la dirigencia cubana eso es mucho tiempo si se considera que el entendimiento con EE.UU. tiene una fecha tope con las elecciones en este último país son en el año 2016. Estos tres hechos permiten suponer que hay una sincronía entre las conversaciones de paz de la Habana, el estado de excepción fronterizo decretado por la clase dirigente venezolana y el entendimiento cubano-estadounidense.



Así como la sincronía tiene un tiempo de expiración para Cuba y Colombia, también la tiene para la clase dirigente venezolana. El único espacio de maniobra que ha logrado conseguir esta clase dirigente ha sido mediante la invocación al nacionalismo frente a la manifiesta incapacidad de lidiar con los problemas fronterizos del país en todo el espacio geográfico nacional debido al carácter ideológico que le han dado a su política exterior y su esfuerzo en implantar un modelo de desarrollo de naturaleza epirocrática a pesar de la alta dependencia marítima de Venezuela. En este contexto, la propuesta de la frontera de paz es un esfuerzo por adelantar los procesos para la conformación de una máquina de guerra que permita extender el período de supervivencia del régimen y el proyecto político continental que se han empeñado en realizar.



El concepto de máquina de guerra, como abordamos en Venezuela y su historicidad marítima se basa en la conformación de unidades productivas cuyo proceso de producción e intercambio genere otra forma de relación política y destruya el orden estatal (westfaliano) existente desde 1830 entre Colombia y Venezuela. El adelanto obedece, como ya lo indicamos, a la fragilidad de la sincronía colombo-cubano-venezolana y al deterioro del régimen venezolano y su pérdida de influencia en la región. También se pueden agregar otras dos causas: en primer lugar, en el continente se está produciendo una regresión ideológica, como se observa en Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador y Uruguay que pareciera indicar el fin del proceso político iniciado en el año 1998 en nuestro país y, en segundo lugar, el régimen cubano se va a jugar el todo por el todo para garantizar su supervivencia política después de la era castrista. Es decir, las concesiones que han apuntado a la apertura en Cuba vienen acompañadas con la desestabilización del norte de Suramérica. En Colombia hay una guerra civil y el gobierno venezolano también ha amenazado con una sí no logra mantenerse en el poder. La forma en que ésta se presentaría, si ocurriese, sería similar a aquella que vivieron ambos países en el año 1901. Pero nos inclinamos a pensar en la ocurrencia de una crisis grave que se materializaría de forma violenta pero sin obtenerse resultados concretos para ninguna de las partes.



La fecha que se puede usar como marco referencial para que se desencadenen las acciones políticas antes indicadas la representa las elecciones legislativas venezolanas indiferentemente de su resultado. ¿Qué papel puede jugar la alianza epirocrática chino-rusa en este escenario? Esta alianza, en el plano naval podrá realizar acciones diplomáticas expresivas siempre y cuando pueda sostenerse el régimen cubano y no se produzca una escalada en otros necesarios que signifiquen una guerra abierta[20]. Como se sabe, Rusia ha incrementado su presencia militar en Siria y ello pudiera ser un indicador de que la situación en el Cercano Oriente tiende a complicarse[21]. De igual forma es de mencionar que, más allá de la presencia de asesores rusos y chinos en el país, la última presencia conocida de buques rusos en el mar Caribe se produjo de forma abierta en el año 2013 y de forma discreta en el año 2014 dentro del marco de las protesta en Venezuela. Es probable que buques de guerra rusos y chinos, que en fecha reciente ejecutaron maniobras combinadas en el Mar Mediterránea, visiten la región para brindar apoyo simbólico a los regímenes cubano y venezolano, pero ya no va a ser como aconteció con la crisis de los misiles en el año 1962 debido a que en esa fecha no había voluntad por parte de la talasocracia y la epirocracia de embarcarse en una guerra ni existían otros actores que pudiesen patrocinarla. Hoy en día parece que sí en lo concerniente a los grupos anti-estados.



Con respecto a los patrones comunes que se han presentado en este estado de Guerra Civil Global se encuentra el tema de los refugiados, desplazados y/o deportados. La diferencia es la dirección de esos flujos humanos, es decir, el blanco del ataque. Por una parte es Europa, en especial Alemania y en Suramérica es Colombia, un estrecho aliado de Occidente. ¿Qué se persigue con esta acción? Reducir la capacidad de maniobra política de las regiones blanco[22]. Producir un flujo humano hacia un lugar determinado persigue vaciar un espacio de personas que perdieron o le han sido arrebatados sus derechos políticos. Agamben (2015) al respecto señaló que en la guerra civil en la Grecia antigua se debía tomar un partido. Los que no lo hacían eran excluidos de la vida política quedando sólo limitados a las actividades privadas si no eran desterrados. Desterrar, en este caso, es, en primer lugar, arrebatar los derechos políticos de sujetos y/o grupos que anteriormente los gozaban por alguna u otra razón y, en segundo lugar, negarlos a pesar de la situación en que estos individuos se encuentran. En Siria, Libia e Irak ocurre una guerra civil. Si seguimos a Popper (2006), es una lucha de clases entre un partido que quiere volver al pasado (el EI) y otro partido que acepta el cambio político, pero no es capaz de mantenerse por sí solo.



El estado de excepción decretado en la frontera occidental venezolana y el consiguiente flujo humano hacia Colombia que ello provocó indican que Venezuela se encuentra al menos en una situación crítica como el mismo decreto indica. Pero lo que se evidencia en esta situación excepcional no es una lucha de clases, a pesar de que el gobierno venezolano ha planteado el conflicto de esa manera, debido a que los que se vieron obligados a abandonar al país forman parte de la clase que el gobierno venezolano está defendiendo indiferentemente de la nacionalidad que estos, ahora desclasados, se encuentran. Los flujos provocados en Venezuela por una decisión política permiten inferir que los flujos dirigidos hacia Europa han tenido un origen similar si se los observa desde una perspectiva anti-Estado. En ambos casos son personas que de alguna u otra manera perdieron sus derechos políticos y viven una vida natural (nuda) en el sentido agamberiano del término, es decir, son homo sacer (hombres sacrificables) (Agamben, 2010).



El caso es que en ambas situaciones se está enfrente a movimientos anti-Estados y estos movimientos presentan la Guerra Civil Global desde otra perspectiva puesto que plantea la existencia de un tercer actor político en la medida en que sea capaz de producir daño. Teniendo esto presente, se puede afirmar la ocurrencia de una Guerra Civil Mundial entre una talasocracia y una epirocracia, ambas de talante global y junto con esta guerra pareciera estar ocurriendo otra que enfrenta a los movimientos anti-Estados contra las epirocracia y talasocracia globales en un mismo tiempo. En este triángulo es donde se observa la relación recíproca mar-tierra. Como los movimientos anti-Estados operan desde un territorio, el mar se ha convertido en el espacio de maniobra de las epirocracia y talasocracia globales con lo que se puede pensar en un escenario similar a Siracusa donde ambas podrían verse empeñadas en una campaña de desgaste desastrosa al intervenir en un conflicto civil localizado. De ahí que es muy difícil que una coalición chino-rusa considere exponer a una parte importante de sus fuerzas navales en el Mar Caribe en las condiciones actuales y es probable que en una escalada global producida por de alguna u otra manera se intente usar este espacio geográfico para fijar fuerzas de la coalición talasocrática siguiendo al efecto un tipo de guerra practicado por Alemania en la Primera Guerra Mundial y el Reino de los Países Bajos dentro del marco de la Guerra de los Treinta Años. Volver sobre el tema de la guerra civil alemana del siglo XVII nos es pertinente debido a que Hardt y Negri (2004) han hecho semejanzas de la citada guerra con la actual guerra civil global.   



En el siglo XVII, el Reino de los Países Bajos a pesar de estar en una situación de desventaja geográfica con respecto a España, obligó a este país a destinar importantes fuerzas para recuperar la salina de Araya, Recife y Salvador de Bahía[23]. Dentro de la campaña naval realizada al efecto los españoles se vieron obligados a distraer importantes fuerzas que fueron necesarias para sostener el frente de Flandes. El resultado fue la derrota naval de Las Dunas, la batalla que marcó formalmente el declive de la hegemonía española en el mar[24]. Este escenario es el que podría visualizarse si se compara con la crisis de los misiles en Cuba. El escenario más importante de la Guerra Fría se encontraba en Alemania y por ello fue fácil llegar, en ese entonces, a un acuerdo. En la actualidad a los movimientos anti-Estado eso no le es posible porque amenazaría su propia existencia. De ahí que aspirar a un apoyo lejano por parte de los movimientos anti-Estado en Suramérica, como se evidencia del escrito “Victoria Soviética sin Poder Marítimo en Cuba”, parece tendencioso.



         5.-     Reflexión Final.



         Cuando se produjo la serie de protestas en Venezuela en el año 2014, el periodista Walter Martínez anunció en su programa televisivo que un portaaviones ruso y otro chino se estaban acercando a nuestras aguas para apoyar al régimen político venezolano en el poder. Como se sabe, el buque ruso estaba empeñado en el Mar Mediterráneo oriental y el buque chino se encontraba en alistamiento y fase de pruebas, por lo que se puede presumir que la falsa información tenía un propósito específico, es decir, levantar la moral de la clase dirigente venezolana y de los grupos que los apoyan. Creemos que el documento “Victoria Soviética sin Poder Marítimo en Cuba” ha tenido el mismo propósito pero su fin desinformativo estuvo dirigido a un público más especializado en el sentido de tratar de explicar en términos navales un evento histórico que convirtió a la isla caribeña en un satélite soviético. Es muy difícil hablar de victoria naval después de sacrificar a una parte importante de la población cubana por más de medio siglo a no ser que el objeto sea crear las condiciones de posibilidad de sacrificar más sujetos para preservar un régimen político. La crisis de los misiles en Cuba estalló por la colocación de unos misiles, no por la naturaleza del régimen cubano. Si se quisiese hablar de victoria, en un plano ideológico, se debería haber enfocado en la fracasada invasión de playa Girón ocurrida unos meses antes. Por ello quise enmarcar la crisis de los misiles en Cuba dentro de un contexto global de forma similar a la actual situación política mundial que, como ya hemos indicado, se asemeja a una guerra civil. Si le creemos al papa Francisco I y a los autores que hemos usados en esta reflexión debemos pensar más en tratar de solucionar nuestros problemas como venezolanos que esperar que un apoyo lejano venga a sostener un régimen político para mantenerse en el poder debido a que ello va significar traer la guerra extranjera, en una manifestación más concreta, a nuestro territorio.

         Así pues, podemos afirmar que la guerra civil es el enfrentamiento cruento y violento entre diversas concepciones del mundo dentro de una misma sociedad y su carácter global se debe a que el mundo, como lo conocemos, cada día se hace más pequeño. Y dado que nuestro país, en cierta forma ha estado inmerso dentro de esta confrontación, la solución de nuestros problemas persigue evitar que nuestro territorio se convierta en campo de batalla de las principales fuerzas antagónicas... 



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[1] Hobbes fue un estudioso de la Guerras del Peloponeso. A tal punto, Agamben (2015) señaló, que su obra Behemoth que trata de cómo salir del estado de guerra civil en que se había sumergido Inglaterra. Sobre Behemoth, ver al respecto: Hobbes (1899).
[2] Francisco I, en su reciente visita a Cuba señaló que el mundo en la actualidad vive una nueva guerra mundial. Esta guerra mundial, según él, se ha estado presentando en etapas, pero no ha indicado su naturaleza. 
[3] Si bien Hardt y Negri (2004) han afirmado que desde 1945, todos los conflictos bélicos se han presentado como guerra civil, el concepto de guerra civil mundial fue introducido por Paul Válery, según Koselleck (2006), Hannah Arendt (1967) en "Sobre la revolución" y Schmitt (1966) en "La teoría del partisano". Para Hardt y Negri la imagen de la guerra civil global es semejante a la Guerra de los XXX años con la denominada Guerra contra la Terrorismo.
[4] Según Agamben (2015), ‘Stasis’ en la Grecia Clásica significaba guerra civil. Esta expresión proviene de la palabra ‘istemi’, es decir, levantarse. La guerra civil era en la Grecia antigua una relación sangrienta entre familias.
[5] Según el filósofo austriaco Tucidides “si bien no pertenecía… al ala extrema de los grupos oligárquicos atenienses que conspiraron durante toda la guerra con el enemigo, perteneció ciertamente al partido oligárquico y nunca fue amigo ni del pueblo ateniense, el demos que lo había exiliado ni de su política imperialista” (Ibíd.:194).
[6] La revolución es entendida aquí en sentido arendtiano, es decir, la vuelta a un origen que en este caso estaba dado por la existencia de un gobierno tribal dirigido por un clan (Arendt, 1967). El retornó al origen, en este caso visto según Popper (2006) se debió a la resistencia de parte de la población de Corcira a los cambios sociales y políticos que había generado el desarrollo del comercio marítimo.
[7] Las armas cinéticas han sido utilizadas en Afganistán si se tiene en consideración este reportaje publicado por Reuters del 10AGO2011: “Un bombardeo de la OTAN mata a los responsables del derribo del helicóptero en Afganistán”. Ver al respecto: https://es.noticias.yahoo.com/bombardeo-otan-mata-responsables-derribo-helic%C3%B3ptero-afganist%C3%A1n-135537415.html El bombardeo cinético consiste en el uso de barras de tungsteno o wolframio a velocidades increíbles en dirección al blanco que pueden ser lanzadas desde el espacio para dañar blancos específicos a bajo costo. Ver al respecto: Elbasheer (2014).
[8] La subjetividad es entendida como la forma en que una organización de poder produce a un sujeto dentro de un contexto político determinado. La producción está relacionada con la visión-del-mundo que los condiciona. Ver al respecto: Deleuze y Guattari (2008).
[11] Un Estado islámico es un Estado teocrático regido bajo la figura de lo que se conoció como Califato. Ver al respecto: Blanco (2014b).
[12] Y norte de África por una parte, en relación con Libia y, por la otra, con respecto a Túnez y Egipto cuyos procesos políticos constitutivos está estancado. Con respecto a la disolución del imperio Otomano esta comenzó antes de la Primera Guerra Mundial y se evidenció con la guerra italo-turca que significó para el segundo la pérdida de Libia.
[13] Una excepción a esta afirmación no las indica la obra Lisistrata de Aristófanes. Pero la forma de protesta que se muestra en la obra fue un esfuerzo que no varió ni el curso ni el resultado del conflicto.
[15] En el caso venezolano, desde el punto de vista naval se destaca la captura del pesquero cubano “Alecrín” y el remolcador ruso “Idonovon Gromovoy Daecca no.727, en el año 1968. Ver al respecto: Blanco (2004). Desde el punto de vista terrestre se destaca las operaciones militares desarrolladas luego del desembarco cubano en Machurucuto que significaron la derrota de la incursión cubana. Ver al respecto en facebook: historia naval en imágenes.
[16] Junto a la retirada de los misiles en Cuba, Jrushchov apoyó el acuerdo sobre la suspensión de pruebas nucleares que provocó la ruptura con China (Ibíd.)
[17] El elemento más paradigmático de la carrera armamentista de los años ochenta fue lo que se conoció como la Iniciativa de defensa Estratégica más conocido como el sistema “guerra de las galaxias”. Un proyecto desarrollado por EE.UU. para garantizar una superioridad operacional frente a la URSS valiéndose al efecto del espacio ultraterrestre. Un hijo de esta guerra fue el arma cinética.
[18] Ver: Blanco (2013).
[19] Ver al respecto: Adams, (2015). Por otra parte, el empleo de estas armas se hizo visible, luego de que EE.UU., Rusia y China demostraron sus capacidades para destruir satélites desde tierra o mar.
[20] Nicaragua, en este sentido no cuenta aún con facilidades logísticas para recibir buques de esa alianza epirocrática. Habría que esperar tener conocimiento del avance de las obras de construcción del canal interoceánico nicaragüense para tener una idea de sus capacidades.
[22] En el caso alemán es de destacar la crisis en una de sus empresas más emblemática, es decir, la Volkwagen, debido al coincidencial y público descubrimiento de un fraude en la venta de sus productos en EE.UU. la coincidencia se produce dentro de un contexto de crisis de refugiados y de restricciones económicas producto de las sanciones impuestas a Rusia con motivo de la crisis ucraniana.
[23] No así Aruba, Curazao y Bonaire, a pesar de los esfuerzos realizados desde Caracas para recuperar las citadas islas
[24] Después de la batalla de Las Dunas, el único camino que le quedó a los españoles para sostener el Flandes era la ruta que pasaba por el mar mediterráneo, seguía Genova, Milano y la ruta del río Rhin, pero esta ruta fue cortada cuando las fuerzas imperiales fueron derrotadas por la coalición franco-sueca. La fuerzas españolas, ante la imposibilidad de recibir refuerzos fueron derrotadas en Racroi por las fuerzas francesas y este hecho marco el fin de la hegemonía mundial española.